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HUB Ambiental de la UPLA estudiará la bahía de Valparaíso

El proyecto busca realizar un monitoreo continuo durante el período de un año en lugares claves, Las Torpederas, Caleta Abarca y el Muelle Barón, donde analizarán la presencia de coliformes fecales y otros microorganismos.
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Nicolás Palacios Opazo - La Estrella de Valparaíso

El HUB Ambiental de la Universidad de Playa Ancha (UPLA) llevará a cabo un monitoreo continuo durante este 2025 en tres puntos clave del Gran Valparaíso: Las Torpederas, Caleta Abarca y Muelle Barón. La investigación analizará la presencia de coliformes fecales, metales pesados y otros microorganismos que podrían representar un riesgo tanto para la biodiversidad marina como para la salud humana.

El estudio responde a antecedentes previos, como la detección de altos niveles de contaminación fecal en el sector de Loma Larga, donde opera un emisario de aguas residuales de Esval. En 2023, el HUB Ambiental UPLA realizó estudios en esta zona tras inquietudes manifestadas por la comunidad y los pescadores de la caleta El Membrillo, encontrando coliformes fecales en el borde costero.

Este monitoreo se enmarca en la normativa del Decreto N°144 del Ministerio Secretaría General de la República, el cual establece estándares de calidad para aguas recreativas.

El muestreo comenzará en abril y contempla diversas líneas de acción. Se medirá nuevamente la concentración de coliformes fecales y se analizará la presencia de metales como cadmio, plomo, mercurio y arsénico, tanto en el agua de mar como en los sedimentos.

En términos de salud pública, si bien este estudio no está enfocado en enfermedades específicas, antecedentes de la Universidad de Concepción han mostrado una correlación entre la presencia de coliformes fecales y el aumento de casos de hepatitis A en la Región del Biobío entre 2014 y 2016.

La Dra. María José Díaz, académica de la Facultad de Ciencias Naturales y Exactas de la casa de estudios, e investigadora asociada del HUB Ambiental UPLA señaló que es relevante no solo medir la cantidad de estos microorganismos, sino también otros patógenos que podrían estar presentes en el agua y afectar a quienes se bañan o tienen contacto con ella.

La académica también abordó la necesidad de este estudio para considerar actualizar la normativa respecto al tratamiento de las aguas residuales:

"Los emisarios se rigen por el Decreto Supremo N°90. Este decreto es bastante antiguo, por lo cual se debería hacer una actualización de él. Además, debemos avanzar para que estos emisarios tengan una planificación de reúso de agua o un tratamiento mucho más desarrollado, como se hace en otras partes del mundo. Ya es antiguo creer que todo lo que estamos botando en forma domiciliaria relacionado con agua deba caer directamente al mar. Independiente que sea a 400 metros mar adentro, existen corrientes y distintas fuentes que están recibiendo estas aguas residuales, y obviamente el mar se está contaminando".

En cuanto a la fauna marina, Díaz también destacó su diversidad y de qué forma podría verse afectada: "En la costa viven muchos animales que son sésiles, es decir, que no se mueven, como los choritos, las almejas, los erizos, que se mueven muy poco, las algas, incluso que son sumamente importantes. Todo el aporte extra de nutrientes, que no solamente son nutrientes, sino que también incluyen un montón de detergentes, químicos, etcétera, está afectando la vida de los ecosistemas, desequilibrándolos. Por esa razón es que, por ejemplo, el área de manejo que tiene el sindicato de trabajadores de El Membrillo ahí cerca de Loma Larga, ellos casi no están extrayendo nada de ahí porque temen que sus productos estén contaminados".

La académica también enfatizó la importancia del monitoreo como herramienta para generar evidencia sobre la situación mes a mes, permitiendo hacer sugerencias a fuentes de contaminación y avanzar en prácticas como el reúso de agua.

El objetivo principal de este monitoreo es evaluar la salud de las playas durante un año de muestreo, abarcando todas las estaciones del año. Esto es clave, ya que en verano la cantidad de personas en las playas es mucho mayor. Además, se busca determinar si el decreto que se usará como referencia para las mediciones es el adecuado o si se pueden hacer mejoras, con la intención de proponer sugerencias para políticas públicas. En caso de que se identifiquen problemas durante el muestreo, que comenzará en abril, se analizarán las posibles fuentes de contaminación y se sugerirán mejoras.

Este monitoreo tiene tanto objetivos a corto plazo, como la recolección de datos, como a largo plazo, que dependerán de las acciones de otras instituciones, según los resultados obtenidos.