Redacción - La Estrella de Valparaíso

Acomienzos de semana se llevó a cabo la entrega del Premio Municipal de Literatura de Valparaíso 2024, marcando el regreso de este destacado galardón tras 17 años de interrupción

El premio, que fue otorgado por primera vez en 1989 y tuvo su última edición en 2007, regresa con el objetivo de revitalizar el campo literario porteño y proyectarlo tanto a nivel nacional como internacional.

Camila Nieto, alcaldesa de Valparaíso, se refirió al significado que cobra el retorno del galardón para la ciudad. "Gracias a la Mesa Comunal de la Culturas, pero específicamente en la Mesa Participativa de Literatura, hemos podido hacer que este premio vuelva a la ciudad con el reconocimiento de cuatro escritores y escritoras que se suman a un gran listado de reconocimiento a aquellos artistas que expresan su sentir a través de la literatura. Estamos sumamente comprometidos con que esta política comunal siga avanzando con el enfoque de la participación y el reconocimiento de las distintas expresiones del ser humano, las distintas expresiones artísticas que sabemos se produce muy bien en la comuna de Valparaíso".

La Mesa Técnica del Premio Municipal de Literatura estuvo compuesta por reconocidas figuras literarias locales. Se trató de Braulio Rojas, Jovana Skármeta, Begoña Ugalde y Ernesto Guajardo, quienes trabajaron en conjunto con la Dirección de Desarrollo Cultural para levantar las bases de esta nueva edición, que recibió un total de 33 postulaciones. En tanto, el jurado estuvo compuesto por Macarena García, Alejandro Banda, Priscila Cajales, Alejandra González, Carlos Henrickson, Luisa Aedo y Alexis Candia, quienes valoraron la diversidad y calidad de las propuestas presentadas.

Cristóbal GAete

Los galardonados de este esperado regreso fueron: Cristóbal Gaete, Premio Municipal de Literatura 2024 categoría Trayectoria en Mejor Obra Publicada; Laura Flores (Línea Referencia) por su obra "Cariátide"; Natalia Berbelagua (Novela) por su obra "El sueño del marido propio" y Alejandro Pérez (Línea Poesía) por su obra"Vórtice".

"Estoy muy contento. Valparaíso es la segunda región que más produce libros en Chile… se ha generado un ecosistema de buenas editoriales, de buenos escritores. Es muy importante para la comunidad, y a modo personal me siento súper valorado", expresó Cristóbal Gaete, premiado por su trayectoria literaria.

El periodista quillotano de 42 años, que desde temprana edad se vinculó con Valparaíso por el trabajo de su padre en el Mercado Cardonal y porque su hija nació en el Puerto, posee siete novelas cortas, además de crónicas, cuentos y una serie de publicaciones.

La mayor parte de su obra está dedicada a Valparaíso, por eso se mostró agradecido de este reconocimiento y valora que en la actualidad no sea necesario ir a Santiago para publicar libros.

Por su partte, Laura Flores, ganadora en la línea Referencial señaló: "Que vuelva este premio fue súper importante. La escena porteña y regional literaria es súper amplia… así que me parece estupendo y muy honrada también de haber recibido el premio".

Desde la poesía, Alejandro Pérez reflexionó con emoción: "Es una alegría que proviene del trabajo. Eso sí me llena de optimismo para las letras locales… el panorama cultural es muy diferente, y eso es muy encomiable".

Con esta ceremonia, el Premio Municipal de Literatura no solo vuelve a ocupar un lugar central en el calendario cultural de la ciudad, sino que también reafirma el compromiso de Valparaíso con el fortalecimiento de su identidad creativa, colectiva y comunitaria.

Un grupo de estudiantes universitarios decidió poner sus conocimientos al servicio de la comunidad y generar un verdadero puente entre generaciones. Se trata de 23 alumnos del curso Core Ciencias de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI), quienes, junto a sus profesores Isabel Benjumeda y Cristian Calfún, organizaron una serie de talleres gratuitos dirigidos a adultos mayores de Viña del Mar, con el objetivo de estimular su mente y despertar su curiosidad por la ciencia y la tecnología.La iniciativa, diseñada para ser una experiencia participativa, combinó ciencia, neurociencia y tecnologías como la impresión 3D. La Municipalidad de Viña del Mar, por su parte, colaboró facilitando la participación de los adultos mayores, quienes forman parte del Programa de Envejecimiento Activo.

Esta alianza permitió vincular el conocimiento universitario con las necesidades reales de la comunidad local.Los talleres se realizaron en el Palacio Rioja, durante todo noviembre del año pasado, donde los universitarios presentaron sus investigaciones y aplicaron juegos creados por ellos mismos para evaluar el aprendizaje de los participantes.

En enero de este año, la experiencia continuó con dos talleres de neurociencia sensorial en el campus de la universidad. Y en marzo, con motivo del ciclo del mes de la mujer, los adultos mayores visitaron nuevamente al campus para aprender a usar cortadoras láser e impresoras 3D, fabricando incluso una lámpara personalizada con diseños inspirados en redes neuronales.

"El proyecto busca que los adultos mayores no solo escuchen, sino que experimenten, pregunten, manipulen objetos y se atrevan a aprender cosas nuevas. Nos interesa que se mantengan activos, curiosos y que sepan que nunca es tarde para descubrir el mundo de la ciencia", señaló la profesora Isabel Benjumeda

.Este proyecto de vinculación con el medio no solo derribó barreras generacionales, sino que demostró que la ciencia puede ser una herramienta de inclusión, creatividad y comunidad. Una verdadera alianza entre el conocimiento y las ganas de seguir aprendiendo, sin importar la edad.