Parkour: la vida al límite del viñamarino que protagoniza osados retos
A inicios de esta semana, un video fue ampliamente comentando en redes sociales: un hombre se arrojó por la ladera del Paseo Gervasoni.
Mientras algunos derechamente no pueden ver este tipo de videos, otros gozan de aquella adrenalina que traspasa las pantallas, sin embargo, todos podrían coincidir en que los riesgos del parkour son inminentes, ya que no solo se trata de desafiar la altura sino que lisa y llanamente poner al límite la propia vida.
Hace solo unos días, un registro de este tipo llamó la atención de los porteños en redes sociales pues el escenario era el turístico paseo Gervasoni: según muestran las imágenes subidas a la plataforma de Instagram, un hombre descendió por el cerro Concepción utilizando solo su cuerpo, esto tras saltar una valla del citado paseo.
Para comprender esta disciplina, como también sus riesgos, La Estrella logró conversar con el protagonista de las imágenes. Se trata de José Basáez, un viñamarino de 30 años de edad.
"El parkour es un estilo de vida o un deporte, pero para mí es un estilo de vida. Básicamente consiste en tener un cuerpo fuerte y hábil para así poder llegar de un punto A a un punto B de la forma más fácil, rápida y eficiente posible", define, en primer lugar, el cultor de esta disciplina, quien lleva 18 años practicando estas maniobras.
Preparación
Al consultarle sobre la preparación que se requiere para realizar estas piruetas, Basáez recalca que "es progresivo", es decir, "se va haciendo de a poco hasta que ya después se pueden hacer las cosas más complejas. Hay que preparar el cuerpo y la mente también; eso es algo muy importante".
En cuanto a Valparaíso y las repercusiones que su registro ha tenido -el que ha recibido elogios, pero también críticas-, a su juicio, la ciudad "tiene muy buena infraestructura, las que nos permiten movernos de distintos niveles también, desde lo más básico hasta las cosas más riesgosas, que es lo que estoy haciendo ahora, pues llevé el parkour a un nivel más experimentado".
Riesgos
Finalmente sobre los riesgos, el viñamarino asevera que "cualquiera lo puede hacer, no hay edades, ni fronteras, ni nada, pero eso sí debe ser progresivamente; yo no voy a poner a hacer a un niño o alguien que recién está empezando a hacer las cosas que yo hago, por ejemplo. Todo es progresivo".
"El parkour es riesgoso, claro, tiene su lado riesgoso, pero es bien contradictorio porque a la vez uno disminuye el factor de error casi hasta el 0% aunque no se crea, porque detrás hay una preparación física, mental", agregó.
Al consultarle por la grabación de estos videos y las razones que hay detrás, asegura que "esto no es por los likes, como dicen las personas, para mí eso es secundario, yo lo hago porque es un estilo de vida".
Cabe consignar que Basáez ha realizado estas piruetas no solo en el Gervasoni, sino también en otros puntos de la región, tales como el Puente Las Cucharas, la Plaza Belén y en un arriesgado escalamiento de torres de alta tensión.