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En un mes reabriría el histórico edificio que albergó al Bar Inglés

Cerrado desde 2017 y al borde de la demolición, el emblemático inmueble porteño revive gracias al esfuerzo privado de Ignacio González y su familia, con la mirada puesta en la cultura y la memoria de Valparaíso.
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Valentina Marticorena M. - La Estrella de Valparaíso

Durante más de un siglo, el Bar Inglés de Valparaíso fue un punto de encuentro ineludible en el corazón de la ciudad. Tras su cierre en 2017 por problemas económicos, y el posterior derrumbe de una parte de su fachada en 2021, muchos pensaron que el edificio que lo albergaba sería historia. Sin embargo, Ignacio Javier González López, abogado de 41 años y actual copropietario del inmueble junto a un familiar, decidió asumir el reto de devolverle la vida a este patrimonio.

"La noticia del derrumbe, bueno, el edificio tiene salida por dos calles, por calle Cochrane y por calle Blanco y la noticia era sobre un derrumbe en la fachada por calle Blanco. Fue un mayo en 2021, fue una noticia muy triste y yo de niño circulaba mucho por el sector, la familia de mi madre eran comerciantes, tenía tienda en Valparaíso y conocía mucho el lugar", recuerda González.

Movidos por la historia personal y el compromiso con la ciudad, decidieron invertir y contactaron al entonces dueño, un ciudadano chino.

"La municipalidad había obligado arreglar la propiedad que estaba con orden de demolición, estaba muy dañada, tenía daño por humedad, por termitas y cosas de ese tipo, ya muy complicado. Así que de alguna manera pudimos llegar a tiempo para salvarlo. Se trata de uno de los diez edificios más antiguos de Valparaíso, desde el año 1861. Así que realmente sentimos que salvamos un pedazo de historia de la ciudad."

No ha sido un camino fácil. "Hemos tenido problemas, han robado el edificio, han hecho daño. No ha sido fácil, pero hemos logrado salir adelante y estamos próximos ya a poder abrir las puertas del edificio. Prácticamente en un mes más", señala el abogado.

La restauración ha incluido habilitar espacios para nuevos proyectos. Uno de ellos es una librería. "Siempre estamos abiertos a que vuelva el Bar Inglés. En este momento ya tenemos arrendado un espacio a la librería QueLeo, que va a ser un espacio cultural, porque aparte de librería tenemos un lugar de esparcimiento, de exposición de libros y algo que a nosotros nos interesa mucho, que es difundir la cultura. Ahora hay algunos interesados en retomar el Bar Inglés, pero son conversaciones muy preliminares. Nosotros no lo vamos a hacer, digamos, pero sí estamos dispuestos a que vuelvan."

El edificio, con acceso por calles Cochrane y Blanco, cuenta con cuatro locales distribuidos en el subterráneo. Aunque González no se dedica al rubro inmobiliario, asegura que esta fue una apuesta con sentido.

"La idea era dar un ejemplo para la gente joven, yo tengo 41 años, que tenemos vínculos con Valparaíso, se puede, podemos lograr cosas, invertir en Valparaíso es posible todavía, con todos los riesgos y todos los problemas que hay. Es dar una esperanza", comentó.

El proyecto también ha contado con gestos significativos de apoyo. "Hay instituciones, no necesariamente públicas, privadas, como el caso de Chilquinta, que hizo un perdonazo a una deuda que no era generada por nosotros, pero, para lograr el objetivo, hicieron un gesto y nos condonaron el 90%", subraya González. Se trataba de una deuda millonaria, arrastrada desde hacía unos seis o siete años.

Los desafíos no han faltado. "Hemos identificado a gente que ha entrado a drogarse, se han robado cañerías,que es un costo mínimo, pero un daño tremendo, con eso se ha inundado el edificio. Han habido problemas graves en estos dos años y medio o tres años, pero hemos mirado hacia el futuro e hicimos todo un restaurado, alcantarillado, sanitario, de un edificio que esperamos que pueda estar en pie doscientos años más".

Un testigo de la historia porteña

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Este edificio no solo es un emblema de la vida social de Valparaíso, sino también un verdadero sobreviviente del tiempo. Construido hacia 1861, es uno de los diez inmuebles más antiguos de la ciudad. Su fachada por la calle Blanco miraba directamente al mar, cuando este llegaba hasta allí en pleno siglo XIX. Ha resistido terremotos, décadas de uso intensivo e incluso el bombardeo de la escuadra española en 1866. "En el fondo es un pedazo de historia que se recuperó y no es de Ignacio González ni de mi socio, es de la ciudad, es un aporte que estamos haciendo y esperamos que los porteños lo puedan cuidar y valorar así", expresa Ignacio González, uno de sus actuales propietarios.

Comisión Mixta aprobó modificación a ley de fraccionamiento

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Este miércoles, la Comisión Mixta del Congreso aprobó una modificación en el marco de la ley de fraccionamiento pesquero, estableciendo una nueva distribución en la cuota de captura de merluza común: 52% para la pesca artesanal y 48% para la industrial.

Para el diputado Jorge Brito (FA), expresidente de la Comisión de Pesca e integrante de la comisión mixta, este avance representa un acto de justicia largamente esperado por el mundo pesquero artesanal y por quienes han denunciado los efectos de la cuestionada Ley Longueira.

"Este es un día muy importante para todos los compatriotas que vieron el caso de la Ley Longueira, que es la única ley que tuvo a una diputada y a un senador en la cárcel por corrupción, y que fue diseñada para acaparar el mar de Chile en favor de determinados grupos económicos. Hoy esa lógica comienza a revertirse con una medida justa y equilibrada que reivindica a la pesca artesanal", afirmó el parlamentario.