"No somos una banda tributo, buscamos interpretar"
Sombras Púrpuras celebra 36 años el 7 de junio en el Municipal de Valparaíso, junto a un quinteto de cuerdas, donde traen por primera vez temas de ELO, junto a lo mejor de Pink Floyd, The Doors y Deep Purple.
Marcelo Macellari C.
La historia de Sombras Púrpuras comienza en 1989 en la Escuela de Música de la PUCV, donde un grupo de alumnos de tercer año se juntó para hacer un concierto a beneficio de estudiantes de la carrera de Ingeniería Química de la misma universidad, con el objetivo de juntar dinero para quienes no podían pagar sus matrículas. Alejandro Espinoza, voz principal de la banda, recuerda que "esa vez tocamos solo temas de Pink Floyd y tomamos la obra 'The wall'. Así nació Sombras Púrpuras y no paramos más. Llevamos 36 años con distintas conformaciones, pero con el mismo espíritu y el amor por el rock clásico y el rock progresivo".
Y para celebrar estos 36 años de trayectoria, la agrupación ofrecerá un concierto este sábado 7 junio (20:00 horas) en el Teatro Municipal de Valparaíso, donde junto a un quinteto de cuerdas, recreará temas de la banda inglesa de rock sinfónico Electric Light Orchestra (ELO), además de interpretar composiciones de Pink Floyd ("Comfortably numb"), The Doors ("The crystal ship"), Deep Purple ("Perfect strangers"), The Beatles ("Something"), The Mody Blues ("Nights in white satin") y Procul Harum ("A whiter shade of pale"). La formación actual del grupo es Alejandro Espinoza (voz), Marco Yáñez (guitarra), José Díaz (batería), Óscar Espinoza (bajo), Andrés Appel (teclados), Amanda Espinoza (coro y voz).
"Hace un tiempo que queríamos expandir el formato -dice Alejandro Espinoza-, para no circunscribirnos solo al rock progresivo y a los clásicos del rock, sino que dar cuenta del cambio que sucedió en los años 70, que fue un giro hacia un rock más soft o más pop, y por eso incluimos en este concierto a Electric Light Orchestra, con cuatro canciones".
¿Cómo surge el nombre del grupo?
-Al baterista de ese tiempo le gustaba mucho Deep Purple, pero no tocábamos Deep Purple sino Pink Floyd. Y en una oportunidad estábamos en el paseo Gervasoni del cerro Concepción, muy cerca de la Escuela de Música, al atardecer, mirando la bahía de Valparaíso. Todo se veía púrpura con el arrebol, e hicimos un juego de palabras con el atardecer de Valparaíso y el hecho que sentíamos que éramos sombras de algo, porque no teníamos una banda que hiciera temas propios. Pero como queríamos interpretar, surge este nombre a partir de ese juego.
¿Cuál es la evaluación de estos 36 años de carrera recreando clásicos del rock?
-Primero que todo, siempre nos desconectamos de lo que es el grupo tributo. Nosotros no somos una banda tributo, sino que buscamos interpretar, por nuestra formación académica. Un miembro de la banda lo que ejemplifica así: cuando alguien va a escuchar un concierto de Beethoven, nadie habla de una orquesta tributo a Beethoven. Nuestro baterista, por ejemplo, es Intérprete Superior en Percusión, el guitarrista también es Intérprete Superior, y yo fui profesor de canto popular en la PUCV. Nosotros tratamos de interpretar, porque hacemos muchas bandas y no nos identificamos solo con una. Hacemos música de los 70 y hemos tocado temas de John Lennon, Procul Harum y Led Zeppelin. Queremos que el público que vaya a vernos navegue por distintas bandas de la época de los 70. Y eso para nosotros es un especial desafío, porque en mi caso en particular, tengo que interpretar cantantes muy diferentes, como Jim Morrison o David Gilmour. Nosotros nos jugamos por interpretar y por eso al principio lo que hacíamos se llamaba homenaje y mezclábamos todo, para que la gente navegara por todas las bandas y se fuera contenta.
Múltiples influencias
¿Por qué eligieron este estilo musical y estas bandas en particular para interpretarlas?
-En mi caso, cuando era adolescente sale el álbum "The Wall" de Pink Floyd y me voló a la cabeza. A pesar de que muchos veníamos del folclor y yo de la música andina, al entrar a la Escuela de Música se nos amplió el panorama, con la música clásica, el folclor y la música popular, a pesar de que nos correteaban en la escuela porque tocábamos música popular. Todo eso nos dio un gran bagaje, porque habíamos crecido escuchando a Pink Floyd y Deep Purple, y queríamos ser capaces de interpretar esa música.
¿Qué pasó con el proyecto paralelo del grupo, con composiciones propias?
-Ente 2000 y 2004, siendo todavía Sombras Púrpuras, tuvimos un grupo paralelo, llamado Templeman, que es el nombre de la calle donde hasta hace poco estaba la Escuela de Música de la PUCV. Grabamos un disco de rock progresivo con temas en español, hicimos un lanzamiento y un videoclip, pero no pasó más allá, porque no hubo muchas oportunidades y teníamos más trabajo como Sombras Púrpuras.
La Estrella de Valparaíso