Valparaíso, olor a mar azucarado
El escritor porteño Walter Reed radica desde hace mucho en Europa pero no deja de ser porteño. Lo refleja en cada página de este libro escrito con la mente y el corazón puestos en las calles y casas de Valparaíso. Se titula "Valparaíso, olor a mar azucarado" (2023). Pareciera un libro escrito en trance pues da la sensación que hubiera querido apresar olores y sensaciones que vivió en su infancia y que no quería que se desvanecieran. La escritura se convierte así en una terapia pues en la distancia se ve la ciudad con mayor nitidez.
El libro mezcla autobiografía, crónica y novela porque el autor va engarzando los recuerdos, uno tras otro. Son retazos de la memoria que aparecen en su mente en cualquier momento mientras pasea por una calle de Londres, Madrid o Lisboa. El autor se ve a sí mismo recorriendo las calles del cerro Alegre. Los primeros años transcurren en la década de los años 50 y principios de los 60. Allí se ve en la casa de su abuelo que fue un famoso médico naturalista de Valparaíso, Edwyn Pastor Reed Rozas, entomólogo, coleccionista de mariposas en cuyo salón rodeado de animales embalsamados y estatuas griegas se reunieron poetas, músicos, diplomáticos y escritores. En esa casona de la calle Guillermo Munich, frente al Hospital Alemán, hoy desaparecida, se conservaron las formas de vida de Inglaterra. Allí hubo veladas musicales, grandes fiestas que el autor evoca con gran precisión. Sabemos quién tocó al piano, qué poemas se recitaron, qué visitas llegaron a visitar al famoso doctor.
Más abajo en el número 144 estaba la casa de uno de los hijos del médico, Guillermo Reed Valenzuela, padre del escritor y periodista del diario "La Unión". El autor dedica varias páginas a la descripción de esa casa en la que había un piano que llegó de Europa con un mecanismo hidráulico para que con la travesía no se desafinara. De esa casa salía para saludar a los vecinos o para ir al teatro San Luis Gonzaga del cerro Alegre donde vio películas cuando niño junto a sus amigos del barrio.
En la segunda parte del libro, el autor visita la casa del abuelo después de muchos años de ausencia. Entonces al recorrer sus habitaciones, evoca escenas y conversaciones. Enfatiza la importancia de los recuerdos familiares compartidos. Nos habla de aquella época en que las familias se reunían alrededor de la mesa para compartir historias a la hora del té.
El libro es una caja de música que deja escapar la melodía de los recuerdos. Nos lleva de la mano a las tiendas porteñas: Las dos Campanas, El Negro y el Globo, La Soriana, Zapatería La Covadonga, El Quijote, La Riojana, Joyería Klickmann, Madame Gertie, El Encaje Español, La Joven Italia, el Palacio del Calzado… También nos transporta a los bares porteños: el Bar Inglés con su largo mesón de madera de roble, el Club Alemán, el Bar Neptuno, el Bar del Mónico. En compañía de su padre o su padrino entran y salen por estos bares. Por la calle ve pasar los medios de transporte: los trolleys, Dice el narrador: "Cuando en mi memoria resaltan aquellos tranvías, renace el misterio".
Para reconstruir ese mundo fantasmal el autor se ha valido de fotografías y papeles atesorados a través del tiempo: cartas familiares, recortes de periódico, partituras de música, programas de teatro, diarios de vida y libretas. Su madre fue recepcionista en un famoso hotel de Valparaíso y llevó un cuaderno donde registraba las anécdotas de los pasajeros de modo que toda la información está sacada de fuentes directas de estos apuntes que llevaba su propia familia. También atesoró un álbum de firmas que llevaba su abuelo donde las visitas ilustres dejaban sus impresiones después de una velada musical. Por estas páginas pasan también los personajes de otro tiempo en Valparaíso. Son fantasmas de otra época que todavía pasan por nuestra mente cuando paseamos por las calles de hoy día, tan diferentes a las que conocimos.
En suma, "Valparaíso, olor a mar azucarado" es un libro para la evocación. Quienes lean sus páginas atravesarán el umbral de los recuerdos. Los adultos encontrarán un mundo familiar que creían perdido. Los más jóvenes se sorprenderán al descubrir un mundo increíble que sin embargo existió.