Nicolás Labra G.

Ni siquiera el reciente triunfo del domingo ante Unión La Calera, el tercero de manera consecutiva tras las eliminaciones en Copa Chile y Copa Libertadores, han podido calmar el ambiente en la interna de Colo Colo, siempre con una crisis a la vista, pese a la confirmación de Jorge Almirón como técnico tras la fallida idea de Aníbal Mosa de cesarlo de su cargo.

Y es que el triunfo pone, en parte, de nuevo a los albos en la pelea por el Torneo Nacional. Esto porque sumaron 17 puntos con tres partidos pendientes ante Universidad Católica, Universidad de Chile y Deportes Iquique. En caso de ganar los tres, sumarán 26 puntos, igualando la línea de los actuales punteros, que son Coquimbo Unido y Audax Italiano.

Pero la tranquilidad está lejos de llegar, especialmente tras las declaraciones que dijo ayer el representante de Almirón, porque Pablo del Río aseguró a ESPN que, pese a la confirmación en el cargo del técnico, las relaciones con el presidente de Blanco y Negro están "quebradas".

"Es una pregunta tan simple como buena... ¿Quieres que sea honesto o políticamente correcto?", comenzó diciendo Del Río. "Si tengo que ser políticamente correcto tendría que decir que debería ser una relación profesional. ¿Quieres que sea honesto? Diría que es una relación totalmente quebrada y sin retorno", disparó el también representante del volante Claudio Aquino.

Desde la eliminación copera en la derrota 4-0 ante Racing Club en Argentina el 14 de mayo que Mosa comenzó un diálogo tanto con Almirón como con su representante. Todo se torció el martes 20, cuando Mosa aseguró que tras esa reunión de directorio había sido mandatado para dar por cerrado el ciclo del DT.

"Nosotros estamos muy agradecidos con él, es una persona que le entregó mucho a la institución, una persona muy seria, muy decente", dijo Mosa, declaraciones que pillaron de sorpresa a Almirón, quien tomó eso como una falta de respeto al declararlo primero a la prensa y no informárselo a él directamente. "A Jorge lo despidieron en la reunión de directorio y después públicamente", dijo el representante, que añadió, nuevamente cargando contra Mosa, que "fueron todas decisiones unilaterales del presidente y parte del directorio. Nunca fue un tema económico, Jorge no es un mercenario".

En el inicio de su tercer ciclo como entrenador de Boca Juniors, Miguel Ángel Russo afirmó ayer que su desafío es conformar un plantel competitivo para disputar el Mundial de Clubes a 15 días del debut y que lo prioritario será trabajar en la "mente" de los futbolistas.

"Necesitamos competir, estar a la altura de lo que es este club, lo que significa", dijo Russo, de 69 años, en una conferencia realizada en el predio de entrenamientos en el suburbio de Ezeiza. "Boca siempre ha competido. Ahora le toca un torneo de niveles muy altos".

Russo, que reemplazará al despedido Fernando Gago, ya dirigió a Boca en 2007 y en 2020-2021. Fue campeón de la Copa Libertadores en su primer ciclo y campeón de la liga local en la segunda etapa.

El técnico expresó que "sé lo que es el mundo Boca, cómo manejarme. Sé lo que necesita el hincha de Boca". Consultado por el plantel, donde están los chilenos Williams Alarcón y Carlos Palacios, dijo que "son jugadores de nivel muy alto", aunque deslizó que deberá trabajar duro en lo anímico.

"Estamos hablando hace tres días con todos y de todo. Mantenemos charlas. Estoy convencido de lo que buscamos y que queremos. Eso tiene que ver con la forma de juego", reveló Russo.

Boca debutará el 16 de junio en el Mundial de Clubes ante el Benfica y después enfrentarán al Bayern Munich y Auckland City. "Bienvenido sea que Dios me da la posibilidad de competir", dijo.

La Selección Chilena comenzó ayer los trabajos con plantel completo de cara a los próximos partidos de Clasificatorias que se jugarán este jueves ante Argentina en el Estadio Nacional y el próximo martes 10 como visita ante Bolivia. Dos duelos donde la Roja puede creer en una esperanza de pelear por ir al repechaje o ya terminar de sepultar sus opciones y quedar oficialmente eliminada del Mundial 2026.

Y ayer hubo novedades, porque se confirmaron las bajas por lesión del defensa Paulo Díaz y el volante Luciano Cabral, ambos del fútbol trasandino. En el caso del zaguero de River Plate sufrió una sinotivis en la rodilla izquierda que lo descartó del último partido de su club, mientras que el creativo de Independiente sufrió una distensión en el ligamento de la rodilla derecha.

Ante sus bajas, el técnico Ricardo Gareca decidió llamar a los azules Matías Sepúlveda y Lucas Assadi, quienes ayer se incorporaron a los trabajos. Al llegar a Juan Pinto Durán, el 'Tucu' dijo a la prensa que está "muy feliz, contento. Es mérito al esfuerzo, a cómo está el equipo", y "estoy muy contento de que haya hartos muchachos de la U".

Quien podría ser baja, a falta de la oficialidad, sería Charles Aránguiz, debido a las molestias que sufre en el tendón de Aquiles. De hecho, ayer no se entrenó con el resto del plantel nacional.

En Argentina ayer se incorporó Lionel Messi a los trabajos en Ezeiza y la única baja es el defensa Nicolás Otamendi por suspensión.