Claudia Carvajal R.
Roxana Ortiz, rostro reconocido de la lucha por los derechos de la diversad sexual y una de las primeras mujeres en firmar el AUC , dice que en nuestro país hay 17 categorías de discriminación: "Una persona puede ser discriminada en una frase cuatro veces, le pueden decir maricón, guatón, pobre y viejo".
Candidata a concejal por Viña del Mar en el pacto de Amplitud, su principal bandera de lucha hoy día -y lo que quiere fomentar en el Concejo si resulta electa- es la inclusión, la que va más allá de las minorías sexuales. De hecho, hace dos semanas se alejó del Movilh por no estar de acuerdo con la visión de su director, Rolando Jiménez, a quien considera muy "ácido" en sus comentarios.
"No quiero seguir con el discurso antiguo de las instituciones, porque no está generando empatía en las personas, la gente está cansada de escuchar lo mismo. Chile ha cambiado, por lo tanto el discurso también debe cambiar, no podemos seguir hablando desde la pena, con el discurso dictatorial, ochentero, para que la gente nos vea como personas comunes y corrientes, no como las eternas víctimas", destacó.
Inclusión real
A los 17 años Roxana Ortiz, vecina de Gómez Carreño de toda la vida, comenzó a ser voluntaria del Sanatorio Marítimo y hasta abril trabajó ahí como maestra de cocina. Ahí conoció de cerca la realidad que les toca vivir a las personas con capacidades diferentes.
Con esa mirada se dio cuenta de que programas como Más capaz, que invierte muchos recursos en apoyar a personas con capacidades diferentes, no les consigue práctica o trabajo. "Se me ocurrió que se podría buscar la instancia a nivel municipal de hacer una rebaja en el valor de la patente o entregar a algún tipo de ayuda, para que en los locales comerciales de Viña entreguen uno o dos cupos de trabajo inclusivos a las personas que salen de estos programas".
Según Roxana esta propuesta no requiere inversiones. "Acá lo que se requiere es poner en funcionamiento la buena voluntad del municipio", aseguró.
De salir elegida, dice que no tendría problemas en trabajar con Virginia Reginato de salir reelecta, a pesar de que hace algunos meses se negó a poner en la municipalidad la bandera del Orgullo Gay. "Yo sería un muy buen aporte para ella, para la municipalidad, para el crecimiento de Viña del Mar. Manejo todo un espectro que está abandonado aquí, que es la diversidad".