"Hombre araña" trepó 8 metros y se robó 2 millones en equipos
Como "El Hombre Araña" fue apodado un osado ladrón que escaló un muro de ocho metros para robar valiosos equipos de una productora porteña, ubicada en la calle Blanco, en pleno barrio Puerto.
El robo afectó la casa ubicada en Blanco 394, donde funciona, entre otras organizaciones, la productora Cara B.
Alicia Godoy, socia de la productora, explicó que el jueves en la noche se dieron cuenta del robo. "Me llamaron por teléfono para decirme que habían entrado y se habían llevado casi todos los equipos. Nos robaron equipos computacionales, una caja llena de micrófonos, mesas de audio, consolas de marca Tascam, entre otras cosas. Calculamos que se llevó más de dos millones de pesos".
El ladrón, quien tuvo que escalar casi ocho metros para ingresar a la propiedad, comenzó reventando los vidrios con piedras, desde la calle Cochrane. Posteriormente se habría subido a un kiosco y de ahí habría comenzado a caminar por una peligrosa cornisa, parodiando al conocido "Hombre Araña". Incluso pasó un sector que tiene alambres de púas y pudo finalmente entrar por la ventana de una oficina.
Una de las cámaras de vigilancia, que funcionaba en la oscuridad, lo alcanzó a filmar (ver fotos), pero el "Hombre Araña" la desactivó rápidamente. Después entró a la sala de la productora, donde se guardaban los valiosos equipos, y procedió a saquearla. En ese lugar también fue filmado por una cámara de seguridad, que también la desactivo (ver foto).
Se desconoce si el sujeto actuó con otras personas, pero sacó todos los equipos que pudo y nuevamente se descolgó en una temeraria acción.
El robo se produjo exactamente a las 2.40 horas de la madrugada del jueves, ya que así lo marcan las cámaras de seguridad.
Hasta la productora llegó personal de la PDI, quienes comenzaron las acciones destinadas a detener al osado delincuente.
Alicia Godoy, quien estaba devastada por el robo, señaló que "uno compra sus equipos con todo el esfuerzo posible y después los pierde por la acción de estos delincuentes. Una se siente sin protección y muchas veces dan ganas de tomarse la justicia por la propia mano. Es segunda vez que nos roban y ya no sabemos que hacer para detener a los antisociales". J