Trabajador denuncia insólita discriminación
Claudio Roblero difícilmente podrá olvidar el mal rato que pasó la tarde del martes cuando se alistaba a tomar un trolebús para volver a su casa luego de una larga jornada laboral. Sin embargo, las cosas no resultaron con la normalidad habitual, porque no alcanzó a saludar al conductor del medio de transporte, cuando fue obligado a bajar de manera inexplicable.
Según relata el trabajador, que se desempeña como mecánico y que vive en el cerro Merced, el hecho se produjo luego de que tras terminar su jornada laboral, llegara hasta la casa de su hija en el plan para pasear a su mascota. Cuando se disponía a regresar a su hogar, en las cercanías de calle Las Heras, se produjo la insólita situación. "Todos los días voy a la casa de mi hija en las tardes y acorto el camino en trole y nunca me había pasado algo así. El tipo fue muy prepotente", comentó Roblero.
Si el hecho ya es llamativo, la justificación dada por el trasportista lo es más todavía. El trabajador tenía su ropa manchada con grasa y ese fue el único impedimento para que no pudiera viajar como un usuario del transporte público cualquiera. Roblero asegura que, " apenas me vio me dijo: 'Tú no te subes acá. Después la gente me reclama porque andas todo sucio".
La rabia fue tal, asegura Roblero, que a pesar de que vio e intentó memorizar la patente del vehículo, el cúmulo de emociones le impidió retenerla. Aunque, si lo divisa, está convencido de poder reconocerlo. "Uno se siente tan humillado, que ahora me va a costar subir a un trole de nuevo. Incluso pensé en denunciarlo por dicriminación, si lo llego a encontrar quizás y lo identifico tal vez lo haga ", advirtió.