Científicos de la UV se inspiran en el ají para inhibir el dolor corporal
Avances, efectuados en Santiago y Valparaíso, se realizan en colaboración con el Ejército de Estados Unidos.
Redacción - La Estrella de Valparaíso
Moléculas creadas en laboratorio, capaces de inhibir el dolor de tipo muscular, óseo, y crónico, están siendo desarrolladas en Chile por un grupo de científicos del Instituto Milenio, Centro Interdisciplinario de Neurociencia de la Universidad de Valparaíso, CINV.
Los estudios realizados en colaboración con el Ejército de Estados Unidos (US Army), son dirigidos por el Dr. Danilo González-Nilo, investigador del CINV y Director del Centro de Bioinformática y Biología Integrativa, de la Universidad Andrés Bello, y en ellos también participa el Dr. Ignacio Díaz, y el Dr. Ramón Latorre, Premio Nacional de Ciencias y director del CINV.
Inspirados en las propiedades del ají, y específicamente en una de sus moléculas: la capsaicina, los investigadores se han propuesto encontrar otros compuestos que permitan mejorar los beneficios de esta sustancia vegetal, que ya se utiliza en el mercado a través de parches y cremas. Estos productos suelen aplicarse de forma tópica en la piel, ayudando a calmar dolores y molestias como aquellas generadas por la artritis.
El efecto solo dura algunas horas -entre 4 a 6-, y la intención de los científicos es buscar moléculas terapéuticas similares a la capsaisina, pero que puedan prolongar este tiempo de acción y aplacar aún más los síntomas. "Al respecto, ya descubrimos una molécula sintética, que es diez veces más efectiva, pero seguimos analizando otras más", explica González-Nilo.
Aliviando el dolor
Para avanzar en esta dirección, y moviéndose continuamente entre Santiago y Valparaíso, los expertos del CINV se han concentrado en investigar áreas claves del sistema nervioso. "En esta línea de trabajo, que es de alto interés mundial, integramos la parte bioinformática y computacional, con la validación experimental, tomado como base de estudio la inhibición de dolor. En este fenómeno están implicados varios receptores contenidos en neuronas sensoriales, llamados canales de iones, dentro de los cuales el que más centra nuestra atención es el receptor de capsaicina, denominado TRPV1", comenta Danilo González, Doctor en Química y profesor de Bioinformática Estructural.
Según explica el Dr. Ramón Latorre, estos canales son "proteínas ancladas en la membrana celular, que funcionan como antenas que captan la información proveniente del medio extracelular y traducen en un lenguaje eléctrico, los diferentes tipos de estímulos al sistema nervioso".
Según detallan los expertos, dicho canal es activado por altas temperaturas y es debido a ello que cuando se ingiere mucho ají, se genera de forma paralela la sensación de calor e incluso sudoración. "Sin embargo, tras su activación y la manifestación de hipertermia, TRPV1 se desensibiliza, no pudiendo ser activado por otro mecanismo. Debido a que éste es uno de los receptores que le informa a nuestro sistema nervioso sobre la presencia de un daño o inflamación, su desensibilización implica también el cese del dolor", comenta Ignacio Díaz.
Desarrollo de la ciencia en chile
Los científicos del CINV apoyan la creación del Ministerio de las Ciencias y Tecnología y también el aumento del PIB para la actividad científica. Y por sobretodo, esperan que exista un cambio de paradigma por parte del Estado, que considere a la ciencia como elemento central del modelo de desarrollo. "Si Chile sigue desarrollando su economía sólo sobre la base de materias primas o actividades como la agricultura, no podrá nunca alcanzar el desarrollo pleno. Por eso, es importante fomentar los adelantos de alta tecnología en electrónica, biomedicina, entre otras áreas, pues con ello se genera empleo de calidad, inversión en capital humano, creación de conocimiento, entre otros aportes", concluye el Dr. González-Nilo.