NI AHÍ CON LAS TALLAS MALA ONDA
Bien sabido es que en el Mercado Cardonal las tallas están a flor de piel. Algunas son divertidas, con la típica picardía de los porteños y porteñas. Pero a veces hay gente que se le pasa la mano, y de la talla pasan a las ofensas y la discriminación. Así lo reconocen en la pilastra 20. Hay gente que ha sido más hostil que otra con la llegada de los haitianos, pero cuando los escucha doña Josefina ¡arde Troya!. "Yo salgo y los defiendo porque aunque ellos no se hacen problema a mí no me gustan las faltas de respeto. Hay cosas que no corresponden y dentro de esas son las tallas mala clase. A parte ellos no son groseros, no dicen garabatos, pero tampoco son tontos, y entienden perfectamente lo que uno les dice".