La "canasta de calidad" es más barata en el Mercado Cardonal
Según un estudio del Minsal, el 30% de los chilenos no podría optar a una alimentación más sana.
Constanza R. ÁLvarez - La Estrella de Valparaíso
La semana pasada el Ministerio de Salud dio a conocer, en conjunto con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), un dato alarmante.
Según la institución y la cartera de salud, casi el 30% de los chilenos no puede financiar una alimentación saludable. Es decir, una canasta de alimentación en donde vengan más frutas y verduras, y donde los alimentos poco nutritivos no tengan cabida.
El valor de esta canasta alimentaria de calidad (CAC), denominada así por el Ministerio, asciende a los $43.872 pesos. Mientas que la canasta "normal", es decir, la que utiliza el gobierno como referencia, tiene un valor de $32.239.
La idea de esta canasta es mejorar los hábitos de alimentación y, de paso , combatir la obesidad en todas sus edades.
El mercado Cardonal, conocido por su variedad de frutas y verduras, es un buen lugar para corroborar la tesis del gobierno, que indica que las familias de estratos socioeconómicos más bajos no podrían optar a una alimentación de calidad.
Lo primero que se necesita saber es que menos es más.
"Es bueno que se lleven pocas cantidades, pero de todo un poco", comentan los trabajadores del puesto N° 51. Ellos mismos agregan que un kilo de cada cosa puede durar perfectamente una semana para una familia de cuatro personas.
El listado, donde agregamos frutas de la estación como frutillas, guindas y ciruelas, además de verduras de todos los tipos, como zanahorias, lechugas, papas, pimentón y rabanitos, tiene un costo de 23 mil pesos. Casi diez mil pesos menos de lo que cuesta la canastas básica.
Y en comparación con la canasta de calidad, hay una diferencia de 20 mil pesos. E incluye de igual forma productos que son ricos en nutrientes.
"La gente viene con dietas y lo que más llevan son las guindas, porque son diuréticas y porque los doctores las recomiendan", cuenta Jimena Rubilar, trabajadora del puesto n° 5 del mercado.
Los vendedores son muy críticos con la forma de comer y aseguran que es por las complejidades de la vida actual.
"Ya no es como antes, ahora la gente va al supermercado, compra las verduras ahí, porque las paga con tarjetas", apunta Jimena Rubilar.
El peligro del verano
Comer sano, motivo por el que se creó esta canasta de calidad, es primordial a la hora de perder esos kilitos de más. Pero muchas veces el camino fácil tienta, por lo que es común ver un ascenso en las ventas de supresores del apetito en los meses previos al verano.
Ya en octubre pasado el Instituto de Salud Pública alertaba de un aumento del 2 mil por ciento en la venta de un supresor del apetito, que si no se controla puede ser muy dañino: la fentermina.
"A veces llegan niñas con estado nutricional normal, les sobran un kilo o dos; a pedir fentermina, con recetas que son dadas por doctores", explica Ivana Muñoz, nutricionista.
El problema de esta pastilla, es que es un psicoestimulante que funciona al mismo nivel que la anfetamina, convirtiéndose en una anorexígeno.
Su consumo debe ser siempre "vigilado por especialistas, por sus efectos secundarios", comenta Muñoz, añadiendo que no es el camino que hay que tomar para estar saludable.
23 mil pesos cuesta en promedio una canasta rica en verduras y frutas en el Mercado Cardonal.