El ascensor Espíritu Santo escondía estanque del siglo XIX
Mientras excavaban el terreno, trabajadores se encontraron con la estructura que podría formar parte de la antigua red de agua potable de Valparaíso.
Mientras realizaban las excavaciones para instalar las fundaciones de la nueva estación superior del ascensor Espíritu Santo, los trabajadores chocaron sus herramientas con algo sólido y no pudieron continuar: se encontraron con un estanque de agua de albañilería de ladrillo, que estaba ahí desde antes de la construcción del ascensor (1909-1911), o sea, pudo haber sido instalado entre los años 1850 y 1900.
Este hallazgo se concretó el pasado 27 de febrero y obligó a realizar una serie de ajustes al proyecto de restauración del funicular, los que permitirán que la antigua estructura pueda incorporarse al nuevo diseño para que así los usuarios puedan apreciarla al subir y bajar.
"Valparaíso es patrimonio en sí mismo, cada edificación, en cada obra que hay acá nos vamos encontrando con bonitas sorpresas y lo que aquí se ha descubierto da cuenta de cómo funcionaba Valparaíso anteriormente", destacó el seremi de Obras Públicas, Miguel Saavedra.
El depósito actualmente está siendo analizado por un arqueólogo y un historiador y podría ser una evidencia del antiguo sistema de conducciones de agua que funcionaba en la ciudad.
Monumento histórico
El director regional de Arquitectura, Rodrigo Pereira, contó detalles de esta sorpresa. "Los trabajadores picotearon, pasaron de largo por una loza y finalmente descubrieron esta 'bóveda catalana', compuesta de rieles de tren y ladrillos delgados".
La sentina o estanque mide 1 metro 32 centímetros de ancho, 1 metro 80 centímetros de altura y 3 metros 70 centímetros de longitud y hoy está protegida, ya que por protocolo no se puede trabajar en el lugar. "Tenemos que levantar un informe y entregarlo a Monumentos Nacionales", destacó Pereira.
El arquitecto además precisó que al ser los ascensores monumentos históricos, cualquier obra que se realice en ellos debe tener autorización del Consejo de Monumentos, además se debe trabajar con el monitoreo de un arqueólogo y si se produce un hallazgo, entra la figura del historiador. Este último deberá determinar la data y el uso que tenía. "Hay una sospecha de que era un sifón que pertenecía a la red de agua potable de Valparaíso en esa época. Esto porque la faja donde están instalados los ascensores era utilizada para el paso de servicios de agua potable y electricidad", advirtió Rodrigo Pereira.
Restauración
La restauración del ascensor Espíritu Santo forma parte del plan de recuperación de los 9 funiculares que el Estado compró a la municipalidad. Actualmente se está trabajando en tres, los otros dos son Cordillera y Concepción.
En el caso del ascensor que conecta la calle Aldunate con Rudolph en el cerro Bellavista, los trabajos partieron en octubre del año pasado y si bien deberían demorar un año, se van a retrasar producto de este hallazgo.
"Actualmente están desarmadas las estaciones superior e inferior y el plano inclinado de elementos ferroviarios por donde se trasladan los carros. Se están construyendo las nuevas fundaciones y muros de refuerzo para poder construir la estación superior con la estructura original de madera", especificó Pereira.
El costo total de esta obra contempla una inversión de 1.287 millones de pesos y la construcción está a cargo de la empresa Incoss, mientras que la Dirección de Arquitectura del MOP es la unidad técnica a cargo.
La recuperación del Espíritu Santo intenta mantenerse fiel a la construcción original, sin embargo hay aspectos que hoy no se pueden repetir. De los elementos originales se mantienen sólo los rieles y algunas maderas que serán recuperadas, pero los carros serán nuevos, manteniendo el diseño clásico, pero con elementos más modernos en su interior.
Además, los arquitectos se preocuparon de darle accesibilidad universal. Todos los ascensores serán inclusivos y permitirán que personas con movilidad reducida puedan utilizarlos.