Protestaron por la baja condena para abusador
Tribunal porteño de dio 5 años de libertad vigilada intensiva a culpable de realizar tocaciones impropias a hija de su ex pareja.
Molestas con la decisión del tribunal, que condenó a cinco años de libertad vigilada intensiva a Sergio Maturana, declarado culpable de abuso sexual impropio reiterado en contra de una niña de 12 años -hija de su ex conviviente- se mostraron las integrantes del movimiento Ni una menos de Valparaíso que apoyaron a la madre de la víctima en este proceso.
Este caso fue denunciado el año pasado y la mañana de ayer se realizó el juicio abreviado en la Sala 4 del Tribunal de Garantía de Valparaíso. En la oportunidad, la parte querellante relató los actos cometidos por el acusado, quien alcanzó a vivir tres años con su pareja y las dos hijas de ella.
Cuando se encontraban solos, él le hacía tocaciones impropias a la menor, además se desnudaba y cometía otros actos de connotación sexual con la niña. Estos abusos partieron el segundo año de convivencia y cuando la víctima tenía 10 años. Hoy tiene 12.
Cuando la madre supo los hechos cortó relación con el imputado e inició el proceso judicial. Pero durante ese tiempo él se las arregló para contactarla mediante redes sociales haciéndose pasar por otra persona. Incluso le envió un correo electrónico donde mostraba su arrepentimiento y le decía fue se comportó como un "monstruo".
Por tal motivo, el abogado querellante solicitó la medida cautelar de prohibición de acercarse a la víctima, su mamá (ex pareja) y a su familia, lo que fue aceptado por el tribunal.
Al finalizar la audiencia, la madre de la menor -quien prefirió omitir su nombre para que no identificaran a su hija-, calificó la condena como "irrisoria. Uno ve en las denuncias que las personas toman la justicia por sus manos, hacen justicia por la de ellos, pero nosotros por tratar de hacer lo que corresponde, vemos como premian al agresor tomando en cuenta su conducta anterior y no los hechos repudiables que realizó reiteradas veces, que él los confiesa y hay evidencia de aquello".
La progenitora además reclamó que a pesar de las descripciones y declaraciones que se hicieron de los hechos "no se dio ha lugar el examen en el servicio médico legal", lo que impidió que Maturana fuera imputado por violación, delito para el cual no existen condenas sustitutivas.
Asimismo, dijo no creer en su arrepentimiento. "Él estuvo en tratamiento siquiátrico por mitomanía, él crea contextos y yo misma caía en esto de creer las historias que él inventa".
Cambio a la ley
Sabrina Aquino, coordinadora del movimiento Ni una menos en Valparaíso, manifestó que "nosotros venimos aquí para pedir justicia y sobre todo que el Estado chileno sea más eficaz en proteger a las víctimas". En ese sentido advirtió que el sistema no ayuda a que las víctimas denuncien y por eso este tipo de delitos muchas veces queda en la nebulosa.
La dirigenta lamentó que "la condena del victimario fue reducida por su colaboración con la Justicia, creemos que debió ser más dura".
Por su parte, el abogado querellante, Cristian Latoja, advirtió que "acá estamos ante una salida alternativa que se acordó entre la Fiscalía y la defensa del imputado. El acusado reconoció los hechos y tomando en cuenta las declaraciones que realizó en la Fiscalía en forma voluntaria".
El profesional explicó que "es la legislación chilena la que permite que el magistrado pueda rebajar la pena cuando existen dos atenuantes. Esta parte querellante no está conforme con la pena, pero se ha logrado que sea condenado al máximo de 5 años de libertad vigilada intensiva".
En concreto, la condena significa que Maturana tendrá un tutor que lo monitoreará en forma constante y además deberá asistir a talleres de educación sexual. Si comete algún delito en este período, deberá cumplir la pena con cárcel.