Carabinera víctima de violencia intrafamiliar clama por traslado al sur: "Temo por mí y mi hija"
Cabo 2° denuncia que sufre acoso constante de su ex. Lleva meses con licencia médica y pide la autoricen a trabajar en la Séptima Región.
"Me encantaría que mi caso fuera escuchado, porque han salido muchos otros en la televisión por lo mismo, y espero que se me otorgue el traslado para mi bienestar y el de mi hija", señala al otro lado del teléfono la cabo 2° María Fernanda Rodríguez, funcionaria activa de Carabineros, víctima de violencia intrafamiliar.
Pide que su identidad sea revelada, que se conozca el drama que sufren otras mujeres como ella en la institución, las que no estarían siendo escuchadas. En agosto del año pasado, esa vez en forma anónima, La Estrella publicó su caso. En enero de 2016 se separó de hecho de su esposo, un cabo 2° de la Primera Comisaría Sur, con tuvo una hija.
Alegó violencia sicológica en la convivencia, la que derivó en agresión física hace un año, cuando su ex la arrojó al suelo y le dio una patada. Ella lo denunció y la Fiscalía la protegió con una orden restrictiva de no acercamiento.
María Fernanda quería una casa fiscal para vivir junto a su hija y se la asignaron, pero asegura que en la Octava Comisaría no podía trabajar tranquila, por el acoso constante de su ex. En el intertanto su marido fue dado de baja por un tema no relacionado con violencia intrafamiliar.
Traslado
La joven pidió el traslado a San Clemente, Séptima Región, donde tiene a su madre y hermana. La respuesta fue negativa. "La explicación que me dieron es que en Valparaíso necesitaban mucho personal y era difícil salir de la V Zona hacia Talca". La cabo señala que a través del conducto regular solicitó la baja institucional en la Prefectura, pero la trasladaron a la Central de Comunicaciones (Cenco) hasta que saliera su derivación al sur, la que no se concretó.
Tras ser evaluada por un siquiatra institucional, le otorgaron licencia médica por estrés y síndrome adaptativo. Abandonó Valparaíso y se radicó en San Clemente con su familia. En mayo pasado su ex -de quien aun no se divorcia- viajó a ver a su hija.
Ella dijo que el hombre celoso porque supuestamente tenía una nueva relación sentimental, le arrebató su celular y lo destrozó. Con insultos la amenazó con que la mataría junto a su pareja y escapó sin ser detenido. Ella lo denunció por amenazas y puso una querella en su contra.
Hoy las licencias médicas de María Fernanda son cuestionadas por una comisión médica en Santiago y sigue en el sur, desconcertada sobre su futuro. "No soy una mala funcionaria, pero mi vida y la de mi hija corren peligro en Valparaíso. En un estado de locura no se mide la acción ni la fuerza. Uno se siente abandonada por la institución", se lamentó desde su refugio familiar en la Séptima Región.