Michael Seguel P.
Un llamado a la calma fue el que realizó ayer la ministra de Salud, Carmen Castillo, ante la alarma que generó el conocimiento de tres casos de lepra que están siendo tratados en el país.
La situación de un ciudadano haitiano de 28 años que presentó síntomas y fue tratado como sospechoso de padecer la enfermedad en el Hospital de Valdivia, generó dudas sobre el peligro al que está expuesta la población en el país.
"No hay casos autóctonos. Los autóctonos han sido erradicados del país, por lo tanto, continuaremos con los controles como corresponde", respondió Castillo, aclarando que los casos existentes en la última década correspondes a casos "importados".
Es decir, que son personas que ya llegaron enfermas a Chile.
Además, aclaró que la posibilidad de contagio es baja y que "el hecho de trabajar con una persona, de jugar, de darle la mano, no provoca contagio".
Estigmatización
"La Lepra tiene tratamiento y la xenofobia no. Dejen de tirar mala onda, somos todos humanos y a cualquiera le puede pasar". Así reza el comunicado de la Comunidad de Haitianos de Chile, ante los comentarios de personas en redes sociales que vincularon la inmigración con la aparición de esta enfermedad en Chile.
El Colegio Médico se sumó al llamado, recalcando en un comunicado que la enfermedad "no representa un riesgo de diseminación" y pidieron "no tener comportamientos xenófobos en relación a esta injustificada alarma pública".
Por otra parte, la ministra respondió a los cuestionamientos a los filtros migratorias que habrían permitido el ingreso de la enfermedad al país: "Es imposible diagnosticar una lepra en el ingreso de una persona al país, porque, a veces, se demora de cinco a 20 años en expresarse el mal".
Desde el ministerio confirmaron que el jueves tendrán los resultados del posible caso en Valdivia.
3 son los casos en tratamiento por lepra, según dio a conocer el Ministerio de Salud.
5 casos de este mal se han registrado en una década en Chile continental.