Nicole Valverde S.

Si hablamos de bares que representan fielmente la esencia de la bohemia porteña y sobreviven en el tiempo, de inmediato pensamos en el Liberty, el Bar Inglés, La Playa, El Roma y el Cinzano. Pero no podemos dejar fuera de los clásicos a La Piedra Feliz, que además se encuentra ad portas de su aniversario n° 23.

Es que en todos estos años "La Piedra", como la conocemos en el Puerto, se la ha jugado por ofrecer a su público eventos de calidad y tener sobre sus escenarios a consagrados músicos nacionales, además de dar espacio a los emergentes. Razones más que suficientes para fidelizar a sus clientes, quienes disfrutan en los distintos ambientes y salones del local.

Tal vez por eso a muchos de sus fieles parroquianos que transitan por avenida Errázuriz les llamó la atención el cartel que anuncia la puesta en venta del edificio La Spezia, en cuyos primer y segundo piso funciona La Piedra Feliz.

Se vende

La Estrella se comunicó con la asistente del propietario del inmueble, quien nos verificó que el edificio está en venta y a la vez aclaró que la intención del dueño es que se mantengan los locales que funcionan en su interior.

Cabe destacar que en el interior del edificio conviven La Piedra Feliz; Alto San Andrés, en el quinto piso; y en el subterráneo, el club Subterra2.

Dentro de sus características, el edificio La Spezia cuenta con 3.700 mts2, distribuidos en 5 pisos más subterráneo. Además, hay que recordar que su fachada fue remodelada y reforzada estructuralmente en el año 2010.

"más viva"

Por otro lado, consultamos a los dueños de La Piedra Feliz por el futuro del local ante la inminente venta del edificio que arriendan, pero no quisieron ahondar en ese tema y sólo aseguraron enérgicamente que: "¡La Piedra está más viva que nunca!".

Tanto Teresa de la Cerda, una de las dueñas del local, como el asesor Lucas Machuca, destacaron que las energías están 100% puestas en las actividades del aniversario n° 23 que se viene.

"La Piedra Feliz cumple 23 años el próximo 16 de septiembre. Pero la celebración va a ser el jueves 14 de septiembre. Ese día van a estar todos los salones con música en vivo y las discotecas funcionando a full", comentó Teresa.

Y agregó que "básicamente todo septiembre será un mes aniversario para nosotros, porque después vienen Fiestas Patrias, y el local tendrá cueca en vivo y mucho ambiente para divertirse".

Cristal Avendaño López tiene 31 años, y debido a una condición de nacimiento que le impide caminar, toda su vida se ha movilizado en silla de ruedas. Un obstáculo difícil que le puso la vida, pero que no le ha impedido ser feliz.

Hace 12 años atrás Cristal conoció a Agustín Pozada Romero, quien ha sido su compañero de vida desde entonces. Ambos viven en el sector de la Avenida Alemania, en la ciudad Puerto, y todos los días se les puede ver transitando por calle Yerbas Buenas, por donde bajan -y luego suben- para ir a trabajar al plan.

Si bien la silla de ruedas de Cristal es eléctrica, Agustín siempre va de pie junto a ella. Dice que la cuida porque las veredas están en muy mal estado, por lo que a Cristal no le queda otra opción más que transitar por la calle, arriesgándose a ser atropellada por algún vehículo.

"Yo soy comerciante ambulante. Vendo paños de cocina y otras cosas en el plan. Y Agustín se dedica a cuidar autos. Por eso todos los días bajamos desde nuestra casa al plan por Yerbas Buenas. Y después cuando ya terminamos de trabajar, él me ayuda a subir de vuelta por el mismo camino. Nunca me deja sola", cuenta Cristal.

Reparar las veredas

La pareja de porteños sabe de sacrificios. Aseguran que no se hacen problema con bajar y subir todos los días para trabajar honradamente y así "poder parar la olla".

Pero sí hacen un llamado a las autoridades porteñas para que reparen las veredas tanto de calle Yerbas Buenas, como de las principales vías de la ciudad; Bellavista, Condell, Pedro Montt, etc., así las personas con capacidades diferentes podrían circular de manera segura y sin arriesgar sus vidas.

"Todos estos años nosotros nos las hemos arreglado para vivir sin pedirle nada a nadie. Y lo único que yo haría -no sólo por mí, sino que a nombre de todas las personas que tienen dificultades para desplazarse por su propia cuenta como yo-, es un llamado a las autoridades para que puedan arreglar las veredas", puntualizó Cristal.

Quien a la vez destacó que muchas aceras tienen las baldosas salidas o sueltas. Otras están completamente destruidas y sin cemento por el paso del tiempo. Mientras que la mayoría no tiene bajada en los cruces peatonales para atravesar la calle.