Beatriz Sánchez, de puños y cicatrices: camino a La Moneda
La candidata presidencial por Frente Amplio puso pausa a La Estrella -donde hizo pasantía-, aquí en Valparaíso, para abordar temas. Hoy, con agenda a tope, está preocupada de una fecha: 19 de noviembre, "y pasar a la segunda vuelta".
"¡Grande Bea!", le arenga un joven de gafas oscuras y bigotes desde la vereda contraria, con el puño arriba.
Pese a ser una mujer de paz, actitud que desliza al código gestual, tanto ella como a la interna de su comando, saben que entró al ruedo de un combate. Uno que pasó del guante blando de terciopelo en abril, donde muchos veían a una candidata que se asomaba casi para darle un saludo a la bandera, al guante potenciado al mentón de septiembre, ese con sólidas cartas que pocos supieron detectar: pasó del 2% de las preferencias a un 15%.
Desde la ¿extinta? Adimark a la semanal Cadem, aunque ella prefiere la CEP, aquella encuesta que la pone en empate técnico con su colega, Alejandro Guillier, las cifras hoy tienen expectantes a la periodista ganadora del Premio Raquel Correa 2016. La autora de 'Poderosas', libro donde retrata en ocho entrevistas a mujeres en posiciones de poder en Chile.
Tal como ella lo ostenta ahora. Y desde donde mete bulla. Este jueves sacudió la escena política con una frase dirigida a Sergio Melnick, quien se desempeñó como ministro de Planificación (1987-1989) de Augusto Pinochet. "En un país decente una persona que fue ministro de un dictador no puede estar en un Gobierno y no debería estar en un programa de televisión ('En Buen Chileno', de Canal 13)". Su argumento, en crudo: "Fui lo más sincera y transparente posible en algo que yo considero que es valórico".
En el camino, Beatriz de Jesús Sánchez Muñoz, la candidata presidencial por el novel partido Frente Amplio, a sus 46 años, se curte a las batallas. Y está dispuesta a librar brega. Se inspira: "Lo que me impulsó a asumir la candidatura es un compromiso: que nos sintamos parte de las decisiones que se toman en el país, que nos sintamos parte de una democracia más profunda".
Memorias en presente
Pausa. Apoyada sobre la mesa que da a una ventana al interior del Café Bernal, enclavado detrás del Congreso Nacional, cuando mira para sus adentros ve a esa joven que vivió hasta los 17 años en su Viña del Mar natal. Vislumbra a la estudiante egresada del colegio Saint Paul's, en Agua Santa, cerquita de la gruta de Lourdes y de su propia casa. Recuerda a la hija de un matrimonio de profesores universitarios (Alfredo Sánchez, de Placeres, y Beatriz Muñoz), los carretes con sus amigas de Recreo, en la Galería Florida y la Sala 14. También su hermana Manola, aquella futura decana de la Escuela de Negocios de la UAI.
Una mujer ataviada aún en jeans y chaqueta a tono con su cabellera corta y que extraña las caminatas por la avenida Perú o las escapadas por un helado en la av. San Martín.
Y los circuitos porteños, como hoy la tienen entre besos y abrazos al trote callejero. Campaña que al mediodía del jueves pasado partió primero en la explanada de la plaza Cívica, para luego continuar por Pedro Montt hasta plaza Victoria. Y con ello, su primer paso: el Plebiscito Ciudadano del Frente Amplio, aquel donde pueden votar para elegir (proponer) políticas a incluir en su programa de gobierno.
-¿Cómo van con eso?
"En junio entramos a una segunda etapa de sistematización. Más de 500 personas, especialistas por área tomaron todo este material y lo sistematizaron para llevarlo de nuevo a toda la gente que estaba ideando el programa, para armar lo que sería el Plebiscito del Frente Amplio".
-¿Los tiempos alcanzan?
"Nos quedan dos meses para salir a mostrar lo que somos, para que nos conozcan, y eso es lo que estamos haciendo. Nos falta todavía en crecer por conocimiento, eso es lo que estamos intentando hacer en todas las regiones para pasar a segunda vuelta".
-¿Se puede recortar liderazgo en encuestas de Sebastián Piñera (Chile Vamos)?
"Pero ojo, él no gana en primera vuelta. Va a tener que pasar a segunda vuelta. Lo reconoció él mismo. Todavía las opciones están bastante abiertas porque la segunda vuelta es otra historia, es otro tipo de competencia".
-¿Qué la diferencia de Guillier (Fuerza de la Mayoría)?
"Que somos muy puntuales. No más AFP directamente. Estamos diciendo un sistema de seguro de salud universal, solidario, para todos; que se reparta el dinero entre salud pública y privada de manera distinta. Educación gratuita porque es un derecho social: fortalecimiento de la educación pública y de la universidades".
Feminismo y Valpo
Pausa. Cuando mira hacia afuera, Beatriz vuelve y recuerda su vocación. De cuando de pequeña hacía revistas, al recorte de otras revistas porque, "siempre me gustó el fenómeno de la comunicación. Así fui masticando la carrera".
Título profesional que lograría en la Universidad de Concepción. Lugar donde conocería a su marido, Pablo Aravena, también colega pero deportivo -ambos fanáticos de la "U" y La Roja- y que con los años, radicados en Santiago, tuvieron tres hijos (Diego, Sebastián y Pablo), con el mayor que la alienta en este nuevo reto. Ya empoderada en lo público. Hoy desde Valparaíso, su primera estación al desafío.
-¿Por qué impulsar un gobierno feminista?
"Me gusta ocupar la palabra feminismo para que se instale. Se ha abierto un buen debate: las mujeres nos cansamos de estar en segundo lugar, que nos paguen distinto, que las pensiones sean menores. Nos cansamos de sostener parte de lo que económicamente es este país. Porque hacemos todas las labores de cuidado, cuando hoy en realidad son profundamente sociales y deberían estar compartidas".
-¿Cuál es su opinión del alcalde Jorge Sharp?
"Creo que lo ha hecho muy bien. Valparaíso es una de las ciudades más complejas que hay. Tiene una deuda financiera alta, complejo que la asuma un rol de autoridad. Una ciudad puerto y de cerros, peculiaridad mundial, reconocida internacionalmente, pero conlleva muchas dificultades de tratar".
-¿Cómo solucionar aquí el tema de la basura?
"Creo que Jorge en esto ha ido avanzando bastante bien, de una manera muy interesante involucrando a las personas, en el cuidado de la ciudad. Allí hay un paso cualitativo".
-¿Y qué de los rayados?
"Es un tema transversal a Valparaíso: tiene que ver con espacios de expresión por un lado… como hacer un grafiti o proyectar el arte callejero; y con cuidados de la ciudad, por otro lado. El espacio público es de todos".
-¿Y los perritos vagos?
"Mecanismos de control. En esterilizaciones masivas, elevar el sentido de responsabilidad con las familias con sus propias mascotas. Se ha detectado que los perros vagos no son tales, sino que pertenecen a una casa... pero están en la calle. Eso porque los dueños no ofrecen el cuidado. Hay una ley de tenencia responsable".
-¿Cómo descentralizar a Chile? ¿Es posible?
"Creemos profundamente en eso. Esto es vital para una mayor democracia. Qué significa descentralizar: no solamente que las autoridades regionales sean elegidas, sino que además cuenten con una estructura financiera para tomar decisiones. Descentralizar es democratizar. Clave en esta lucha contra la desigualdad. Si no hacemos un cambio, ¡vamos a terminar todos viviendo en Santiago!". Suspira.
Rebeldía al frente
Pero Sánchez también supo de golpes bajos. La incomodidad que le causaba la situación en vivo y en directo se podía percibir en aquel semblante desencajado y de cejas fruncidas. Contra las cuerdas, la candidata proyectaba silencio mientras Fernando Villegas disparaba su arsenal de diatriba en un punto focal: "¿Qué es lo nuevo que propone un gobierno de Beatriz Sánchez?", alegó.
Han pasado los meses. Blindada en anticuerpos, hay cartuchos por quemar. Lo cree. Por eso seguirá dando lucha hasta noviembre, en la madre de todas las batallas: las elecciones presidenciales.
Dicen que lo malo de la rebeldía es que (casi) siempre termina por estandarizarse. Beatriz Sánchez aún conserva un halo de rebeldía, aunque mediadora en ciertos ítems. Eso sí, darle un sacudón al duopolio político chileno post dictadura, es un desafío en ella. "Es difícil que los mismos de siempre tomen decisiones distintas esta vez".
-¿Cómo fue el salto suyo de los medios a la política?
"Lo pensé mucho, no fue fácil tomar la decisión. Me cuestioné el si yo quería una carrera presidencial. Creo que todos podemos hacer política".
-¿Qué tanto le afectó la polémica entre Alberto Mayol y el diputado Jackson?
"Fue la primera crisis grande que vivimos como Frente Amplio. Salimos un poquito heridos, pero las crisis sirven para recomponerse. Enfrentamos el error: resolver los conflictos internos que podamos tener".
Beatriz Sánchez termina de beber su agua mineral. Observa la luminosidad que inunda el cielo de su zona. Se distrae. Piensa en una novela negra sueca. También en una recopilación de las obras de Gabriela Mistral. "Temas que tienen que ver con la política y el feminismo", dice.
Pausa. En realidad no hay tiempo para pausas: Concepción la espera en su ruta. Y fe, aunque agnóstica, a... ¿La Moneda?.