Una vez más los candidatos presidenciales han quedado en deuda con un tema delicado como alcohol y drogas, tras lo cual se encuentra la mayor cantidad de delitos en nuestro país, limitándose durante el debate de Anatel a reducir el tema solamente al narcotráfico, en circunstancias que si este existe, es porque el Estado, previamente, no desarrolló políticas de rehabilitación y reinserción social. Al contrario, plantearon soluciones policiales, aumento de dotaciones, de recursos etc. sin ir al fondo del problema. El candidato Artes, recurriendo a lugares comunes, hizo recuerdos de La Legua que no se compadecen con la realidad de hoy. Guillier, que rehusó reunión para ver el tema, se vio débil, Marco, claramente, lee sólo titulares y así, suma y sigue. Es justo reconocer que quien trató de ir al fondo del problema es la candidata Goic que, junto al candidato Kast, nos han dado respuesta positiva para analizar a fondo este problema que cruza la sociedad chilena y que debiera preocupar también a los candidatos mejor posesionados en las encuestas.

Al parecer es un tema que no preocupa a la clase política, demostrando, una vez más, que viven al margen del país real.

Debate show

Como show televisivo el debate presidencial de Anatel logró su objetivo con un promedio de rating de 50 puntos. El público quería ver conflictos y se produjeron. Meo avivó la cueca con el periodista Matías del Río. Luego picaron Piñera y Guillier. Todos azuzados por la mesa de periodistas, donde cual para su ego hablaban demasiado. Por otro lado, Artés explicaba su utopía caricaturesca de país, lo mismo el señor Kast con su visión moralista del país, algo sacado del medievo. Las candidatas fueron las más mesuradas y la más creíbles, y escaparon un poco al show.

El humor lo colocó Artés al refutar una cita de Piñera, quien como es sabido es un experto en explotar sus errores.

Los candidatos estaban mejor para la mesa de Cuánto Vale el Show encabezada por Lafourcade y Pollhamer, que para los Matías del Rio y compañía.

Juan C. Moraga D.

Director Ejecutivo

ONG Rehabilitación y Esperanza.

Roberto Fariña.