Más de 300 mil personas son las que se han visto afectadas por los continuos paros de la salud municipal, situación que motivó que los dirigentes que encabezan la Unión Comunal de Consejos de Salud de Viña del Mar levantaran la voz y exigieran turnos éticos cada vez que los funcionarios, en su legítimo derecho, resuelvan paralizar sus actividades.

Así lo plantearon ayer durante una conferencia de prensa que realizaron en su sede, oportunidad en que la presidenta interina de la organización, Sonia Caprile, planteó que dada la extensión y la continuidad que han tenido las paralizaciones, resulta urgente que se establezcan turnos éticos que garanticen la atención a los usuarios.

"Sumando todo el tiempo, son casi 15 días los que los consultorios han estado en paro lo que ha significado que no ha existido atención ni entrega de medicamentos y alimentos. Logramos que a contar de hoy (ayer) se establezcan los turnos éticos. Se está atendiendo en farmacias, curaciones de diabéticos y entregando medicamentos", planteó la dirigente.

Aunque señalaron que representan a la totalidad de los usuarios de la salud municipal - más de 300 mil personas - los dirigentes plantearon que la mayor preocupación está focalizada en los enfermos crónicos y adultos mayores.

"La demanda nuestra es que desde el primer día que haya paro estén los turnos éticos. Hoy, después de 15 días y por primera vez en Viña del Mar, tenemos turnos éticos. Nunca habíamos tenido turnos éticos", planteó Nancy Aguilera tesorera de la organización.

Claudia Carvajal R.

Fue el 17 de abril del año 2007 cuando Georgina Vera Órdenes fue internada en el Servicio de Urgencia del Hospital Naval Almirante Neff de Viña del Mar, debido a un intenso dolor que sufría en la espalda baja y que se irradiaba a su pierna derecha, lo que afectaba su movilidad y desplazamiento. Esa misma jornada quedó hospitalizada bajo el diagnóstico de lumbociática derecha.

Después de una serie de exámenes se confirmó la existencia de una hernia discal L4-5, que comprimía la raíz nerviosa L5 derecha y que tiene indicación de cirugía. Por recomendación del centro hospitalario, Georgina es operada el 13 de junio de 2007, pero el cirujano comete un grave error: intervino las vértebras L3-4 en lugar de las afectadas.

Obviamente los dolores de esta porteña continuaron y el médico que la operó -según consta en el recurso de apelación Rol IC 209-2016- no informó del error y le indicó tratamiento con analgésicos.

Pero nada daba resultados, hasta que el 8 de agosto del 2008 debió ser operada nuevamente, esta vez en el Hospital Carlos van Buren de Valparaíso.

Demanda

Los malos ratos y problemas de salud generados del error instaron a que Georgina Vera Órdenes demandara al Hospital Naval, litigio que tras ser fallado en dos instancias previas (4° Juzgado Civil de Valparaíso y Corte de Apelaciones porteña) finalmente ganó, luego que la Corte Supremara fallara a su favor hace algunos días.

Así, la Corte Suprema acogió la demanda y ordenó al fisco (propietario del hospital) pagar una indemnización total de $21.316.434 a la paciente. En fallo dividido (causa rol 83.397-2016), la Tercera Sala del máximo tribunal -integrada por los ministros Sergio Muñoz, María Eugenia Sandoval, Carlos Aránguiz, Carlos Cerda y el abogado (i) Álvaro Quintanilla- fijó el monto a cancelar en $20.000.000 (veinte millones de pesos) por daño moral, y $1.316.434 (un millón trescientos dieciséis mil cuatrocientos treinta y cuatro pesos) por daño emergente, a la demandante. La Estrella ubicó a Georgina Vera Órdenes, quien no quiso realizar declaraciones.

Ante las consultas, en la Armada señalaron que no comentan fallos judiciales.

Una grave denuncia realizaron dirigentes de la junta de vecinos "Amigos de Los Almendros" del Paradero 12 de Achupallas, quienes sufrieron severos daños en su sede vecinal tras 4 robos consecutivos en el recinto que se suscitaron desde el miércoles 16 hasta el sábado 18 de noviembre.

Así lo detallaron Marisol Rojas, presidenta de la organización y Sandra Marchesini quienes señalaron que no sólo sufrieron destrozos en la sede sino que además el robo de ventanas y juguetes que tenían en el recinto.

Las dirigentes vinculan estos hechos a alguna especie de venganza, pues aseguran se han suscitado tras las elecciones de directiva realizadas en agosto. Según las dirigentes, se produjo una división entre los vecinos de las paradas 11 y 12, lo que ha generado un distanciamiento de algunos vecinos vinculados a

organizaciones que utilizaban la sede vecinal.