Estimada Directora:
El anuncio de la presidenta Bachelet de la construcción del Puerto de Gran Escala (PGE), "Megapuerto" de la macrozona central en San Antonio, el cual tendrá un costo de 3.300 millones de dólares, sin duda alguna, es la inversión portuaria más grande del último tiempo y no se gestará en Valparaíso.
Las últimas administraciones municipales no han puesto al puerto como un eje de sus hojas de ruta, sino que más bien se han dedicado, entre dimes y diretes, al debate de la construcción de un mísero mall que no posibilitará el progreso que un gran puerto puede traer. Los porteños necesitamos que se propicien condiciones para la inversión y desarrollo portuario, pues de esa forma se reactivará, en un efecto dominó, actividades económicas y culturales que hicieron de Valparaíso una ciudad adelantada y cosmopolita en el siglo pasado. No olvidar que fue el puerto el motor de desarrollo económico, social y cultural de una de las ciudades más prósperas de Chile y que hoy solo constituye un efímero recuerdo.
Letargo papal
Señora Directora:
La visita del Papa Francisco a nuestro país trajo consigo una serie de buenos deseos y ánimos para las chilenas y chilenos. Palabras tales como reencuentro, unidad, trabajo y paz marcaron su agenda de cuatro días. No obstante, y como es la tónica por lo general en Chile, terminada esta visita es natural volver a la rutina del día a día que las palabras, en vez de quedar, se las lleve el viento. Ante esta disyuntiva, y considerando la profundidad tanto reflexiva como espiritual de Francisco I, bien cabe preguntarse: ¿será que las chilenas y chilenos, de una buena vez, se atreverán a ser mejores personas o seguiremos sumidos en el subdesarrollo evolutivo, el conformismo y la apatía colectiva a la cual nos hemos, como sociedad, malacostumbrados? Sin duda que esta visita Papal es una oportunidad inmejorable para despertar del letargo, dejar el estancamiento y avanzar.
José Luis Cofré Trevia,
estudiante de Derecho
Universidad de Valparaíso
Rodrigo Durán Guzmán