Nicolás Arancibia Bórquez
No son pocos los jugadores que, una vez retirados, deciden estudiar y convertirse en entrenadores. Así es el caso de Moisés Villarroel, quien luego de foguearse un par de años en el Fútbol Joven caturro, decidió tomar las riendas del equipo y ser el encargado de apagar el incendio que Nicolás Córdova dejó en la institución.
Como ex jugador, el forestalino entiende cada una de las dinámicas del juego, y con ello reflexiona que "la única diferencia entre el jugador y el técnico es que cuando era jugador podía expresar lo que sentía y podía aportar desde adentro del campo de juego. Desde afuera, por ahí te gana un poco la ansiedad, la desesperación, porque tú ves cosas que a lo mejor las quisieras hacer adentro y lamentablemente hay unas líneas que no se te permite pasar. Pero las sensaciones son las mismas, porque yo soy nacido y formado en Wanderers, entonces las sensaciones de ganar siempre son las mismas".
Sin embargo, al ser consultado sobre si mentalmente la pasaba mejor dentro o fuera del rectángulo de césped, el ex mundialista fue enfático al señalar que "sin duda que (como técnico) se sufre más, porque tú adentro puedes solucionar algunas cosas que a lo mejor te da el tiempo dentro de la cancha. Afuera, más allá de los gritos, no puedes hacer más cosas dentro de los 90 minutos. Tienes 15 minutos para corregir cosas que uno ve desde afuera con el cuerpo técnico y afinar detalles para que no pasen cosas, como lo que nos pasó en los últimos minutos del primer tiempo con Rangers".
El golpe de timón
Ante el elenco de Talca, justamente, el Decano sufrió el gol del empate al final de la primera manga. Ante tal escenario, "Villita" decidió golpear la mesa y realizar simultáneamente los tres cambios, decisión que según confesó, fue para ir por todo a ganar el partido. "Teníamos que jugarnos todas las opciones, y con esos tres cambios quedamos con línea de tres atrás, sin laterales, metimos a Enzo (Gutiérrez) para liberar un poco a Manuel (Villalobos), y a Ángelo (Quiñones) para que pudiera ayudar en la generación del juego. Hay momentos los cuales las cosas que uno planifica quizás no se dan, y esta vez se dio por suerte a favor nuestro. Logramos quedarnos con los tres puntos y yo creo que la gente se dio cuenta de eso, y eso es lo que es gusta. Al término del partido esos 7 mil y tantos hinchas que hace un par de fechas se paraban a putearte ahora se pararon a aplaudirte, y eso que no fue un segundo tiempo deslumbrante en el tema del juego.
Coquimbo en la mira
Con 10 puntos a su haber, la situación de Coquimbo Unido, próximo rival de los verdes, es bastante similar a la del Decano. No obstante aquello, el estratega no mira en menos al conjunto pirata, y por el contrario, recalca que "todos los partidos para nosotros van a ser complejos, más allá de la situación en la que se encuentre cada uno de los clubes que nos toque enfrentar. Wanderers genera expectativas distintas a las que pueda generar otro equipo, con todo el respeto que se merecen, porque es el último equipo en descender, porque ganó Copa Chile, porque tiene nombres con los cuales muchos equipos quisieran contar, pero a la hora de jugar somos todos iguales y el que haga mejor las cosas sin duda que va a terminar quedándose con los tres puntos".
Conseguir una victoria como forastero es además fundamental, ya que según el ídolo wanderino, "no sacamos nada con ganar todo de local si vamos a errar todos los puntos que vengan o que estén por jugarse de visita, tenemos que apuntar a ganar un par de partidos de visita y no perder ninguno de local y de esa forma, en la matemática a fin de año, sin duda que va a alcanzar para lograr el objetivo".
nicolas.arancibia@estrellavalpo.cl