A través de las redes sociales, muchos wanderinos manifestaron su molestia luego de que un hincha que llegó hasta el partido entre el Decano y Palestino, fuese llevado hasta la micro de Carabineros por portar una polera con la leyenda "Fuera Ibáñez", en alusión al máximo controlador de la sociedad anónima caturra.

Este matutino tuvo contacto con el citado hincha, identificado como E. H., de 16 años, quien prefirió no dar su nombre por posibles represalias, reveló respecto al incidente que "yo iba ingresando al estadio con una polera que decía "fuera Ibáñez", pero estaba al interior de mi mochila, no la llevaba puesta. Me tocó el control de los policías, me vieron la polera y me dejaron pasar normal, pero al momento del segundo control, que es de los guardias de seguridad, una me tiró para el lado y me dijo que no podía portar esa polera. Llamó a un Carabinero, ahí ellos tomaron carta, le sacaron una foto a la polera, me llevaron a la micro, y ahí me hicieron control de identidad", agregando que posteriormente "yo le pregunté al Carabinero que me hizo el control respecto a por qué pasaba esto, y él me dijo que la orden venía de Wanderers".

Para el joven hincha caturro, que además se encontró con cerca de 15 forofos más dentro del vehículo policial por los mismos motivos, fue algo "súper extraño, porque siempre los que le ponen más color son los Carabineros, los guardias son bien piolita, y no te están dejando manifestarte de la forma que uno quiere. No le encuentro el problema a que uno lleve una polera inofensiva".

Lo señalado por el fanático wanderino, se complementa por lo indicado por Víctor, otro hombre que también llegó hasta la Galería Norte para aquel duelo, y que se encontró con medidas inéditas. "Los problemas se originaron en la revisión que tuvimos ese día. Yo fui con mi pareja al estadio, y aparte de las revisiones que siempre nos hacen, los guardias nos hicieron sacar el polerón y revisar las poleras. Yo pregunté por qué hacían eso y ellos me dicen que es porque algunos hinchas tenían las poleras rayadas, entonces de nuevo le pregunto qué es lo que tiene de malo, y ahí me dicen que ellos solamente siguen órdenes", nos reveló el forofo quilpueíno.

El club se defiende

Desde la sociedad anónima caturra sintieron el golpe, y según confirmó su departamento de comunicaciones el mismo día del partido, el hincha fue ayudado para poder hacer reingreso al estadio, asegurando además que la medida se debió a órdenes por parte de Estadio Seguro y que ellos no tenían nada que ver con el asunto.

Esta versión fue corroborada por E. H., quien recalcó que "una vez que se arregló todo, y después de que ya había pasado una hora más menos, me dejaron entrar igual sin problemas. Eso sí me quitaron la polera y todo el cuento".

No son fáciles los días en la interna de Santiago Wanderers. Los directivos y la comisión fútbol se debaten respecto a la continuidad de Moisés Villarroel, a quien no quieren "quemar" luego de no haber conseguido los resultados que todos deseaban desde que sustituyó a Nicolás Córdova hace algunos meses. En medio de la incertidumbre, aparece el nombre de Luis Marcoleta, viejo anhelo de la dirigencia caturra dado su perfil de "experto en ascensos", y quien además renunció por la mañana de ayer a Curicó Unido, club de Primera División, lo que no le impediría arribar a un cuadro de Primera B.

En ese sentido, el nombre del otrora delantero suena fuerte en dos equipos de la categoría: Cobreloa y Santiago Wanderers. En el Decano, sin embargo, ya se está trabajando en materia de refuerzos de cara al segundo semestre, tarea que está siendo visada por Moisés Villarroel, lo que da luces de que al menos en el corto plazo, el forestalino se debería mantener al mando de la banca verde. En el norte, por otro lado, se daba por hecho que Marcoleta reemplazaría a Rodrigo Pérez, versión que perdió fuerza en las horas de la tarde, y que por ende, activan las opciones de un posible acercamiento hasta Valparaíso.