Sin partidos oficiales hace rato, en San Luis esperan entrenando intensamente que retorne la competencia cuando enfrenten a Curicó Unido, un rival directo, por la primera fecha de la segunda rueda del campeonato.

El técnico Diego Osella ha tratado estas semanas de imprimirle su sello a un equipo que necesitaba un reseteo de cara al desafío de mantener la categoría. Para ello, el DT trasandino ya tiene bajo su mando a tres de los elementos para reforzar que solicitó: el volante de salida uruguayo Maximiliano Rodríguez, quien debe hacer jugar y rendir frente al arco a los delanteros que hay; y los defensores Joaquín Pereyra (también charrúa) y Juan Abarca.

En San Isidro solo esperan por un volante que juegue abierto por el costado derecho, "fuerte en el uno contra uno y que desequibre por la banda", como ha dicho Osella. El retornado entrenador, también ha metido mano en el plantel para prescindir de un par de jugadores que nunca pudieron justificar su condición de refuerzos en la era Ramírez, y que tampoco impresionaron positivamente al nuevo DT.

Se trata de los zurdos Ronald González y Kevin Egaña, quienes llegaron a acuerdo para cortar vínculo y reforzarán a Deportes Copiapó en la B.

En lo inmediato, en San Luis lo que más motiva es la definición que juega mañana (11.00) la sub 19, escuadra juvenil dirigida por el DT Fernando Guajardo, quien jugará una semifinal ante Wanderers a partido único en el Lucio Fariña. Si ganan, estos nóveles canarios jugarían la final de la categoría ante Everton o Colo Colo.

Manuel Gómez Poblete

No del todo conforme con su cometido en Everton -ya que jugó en tan sólo 6 de 17 partidos posibles, tomando en cuenta el Campeonato Nacional y la Copa Sudamericana- pero tampoco cuestionado por los hinchas (como sí lo sigue estando su colega Eduardo Lobos), prepara maletas el golero Leonardo Figueroa, quien, al no tener posibilidades de jugar con el técnico Javier Torrente, optó (en acuerdo con la dirigencia) por adelantar el término de su préstamo, para volver a su club de origen... la Universidad de Concepción.

En medio de los últimos trámites (como la devolución del departamento en que vivía), el meta Figueroa habló de lo que fue su corto paso de Everton.

"La verdad es que vuelvo a mi club, me voy de acá... no sé si satisfecho, pero tampoco con un mal sabor porque igual pude jugar una copa internacional y los partidos que jugué, a mi entender... no lo hice mal. Yo no sé lo que opina la gente o la directiva al respecto, pero se me comunicó que acá no iba a seguir y traté de buscar lo más simple para tampoco seguir molestando acá o simplemente entrenando en un lugar en donde no me quieren".

-Usted retorna a la UdC, pero allá tampoco podrá jugar al ya haber jugado en un equipo de Primera División en este campeonato...

"Siii, vuelvo allá para ver que puede pasar, pero tengo claro que es difícil. Mi opción sería jugar en un equipo de la 'B', pero no son muchos los clubes que estén buscando arqueros y los que si lo están haciendo, ya tienen a sus arqueros vistos. Y si me toca sólo entrenar, tendré que hacerlo ya pensando en el próximo torneo"

Bonita experiencia

De su paso por Everton, el meta Figueroa atesora lo mejor. "Me quedo con lo bueno, fue una bonita experiencia. Que me haya tocado debutar en una Copa Sudamericana y el haber ganado el partido en Venezuela aunque no se haya pasado la llave, para mi fue bonito. Jugué también otros cinco partidos en donde si bien no se sacaron grandes resultados, siento que no lo hice mal y me voy con un buen sabor de boca.

-Que un técnico nuevo no lo haya querido, me imagino que se acepta como las reglas del juego...

"Si, obvio... eso es normal en el fútbol. Él trajo a su arquero (Franco Torgnascioli) y junto a la dirigencia dijeron que no me querían y yo no puedo reclamar ante eso. Yo llegué antes de que estuviera él, y si él vio mis videos y no le gusté, son decisiones que uno tiene que acatar. Es obvio que me hubiese gustado quedarme, pero no se dieron las cosas", concluyó el golero.