Corazón dividido en su máxima expresión. Hace algunos meses, Roberto Martínez, entrenador de la selección de Bélgica, le pidió al histórico ex dealntero francés, Thierry Henry, que se desempeñara como su asistente personal en el combinado de los Red Devils.

La leyenda del Arsenal y ex jugador de Barcelona aceptó con gusto, tal vez sin nunca imaginarse que en semifinales se encontraría con su propio país, en un partido que lo podría hacer alcanzar la gloria con Bélgica al llegando a su primera final, pero al mismo tiempo dejar llorando a su país de nacimiento.

Didier Deschamps, técnico del combinado galo y capitán del equipo fracés que levantó la copa del mundo en 1998 con Henry como parte del plantel, aseguró que "es una situación difícil porque se va a enfrentar a su país. Pero desde el momento que se comprometió con el cuerpo técnico de Bélgica sabía que esto podía pasar".

Lucas Herández, lateral de Le Bleus, tampoco se restó del tema, indicando que "todos los franceses lo conocemos, sabemos muy bien que ha sido un ícono del fútbol. Ahora es segundo entrenador de Bélgica y espero que no nos derrote en semifinales".

Tal vez son las dos selecciones que mejor fútbol han mostrado en lo que va de Rusia, y para las casas de apuestas, el duelo de hoy es considerado como la gran final anticipada del torneo. Francia y Bélgica se enfrentarán a partir de las 14.00 horas en San Petersburgo, buscando inscribir su nombre en la gran final del campeonato que se disputará el domingo frente al ganador de la llave que se jugará mañana entre los combinados de Croacia e Inglaterra.

Los franceses, verdugos de Perú en la fase de grupos, Argentina en octavos de final, y Uruguay en la ronda de los ocho mejores, buscará su segunda trofeo planetario luego de haber alcanzado la gloria en su propio país en 1998. Bélgica, que viene de dar el gran batacazo del Mundial tras dejar en el camino a Brasil en cuartos, buscará su primera final en las copas del mundo de la mano de una generación dorada que ha vuelto a poner el nombre de su nación en el primer orden mundial. Sin ir más lejos, de los cuatro equipos que quedan con vida en Rusia, el cuadro belga no solo es el más goleador, sino que además es el único que solo ha sabido de victorias en lo que va de torneo.

A pesar de la enorme tradición gala en el fútbol, sorprende que los Red Devils belgas lo superen en enfrentamientos cara a cara. Ambos conjuntos europeos se han jugado 74 veces en contra, con 30 victorias rojas contra 24 de los Le Blues. En copas del mundo, sin embargo, el cuadro francés se ha impuesto en las dos veces ambos conjuntos han chocado entre si.

En la previa al atractivo lance, Hugo Llorís, capitán de Francia, aseguró que "este partido es una gran oportunidad para nosotros de pasar a la historia. Tenemos un gran equipo. Una plantilla con una combinación perfecta de juventud y experiencia", mientras que Kevin De Bruyne, volante belga, basó su estrategia en lo colectivo, recalcando que "este equipo lleva jugando siete, ocho años juntos".

Revuelo causaron las acusaciones del diario Bild de Alemania, quien en su edición de ayer aseguraba que el equipo ruso estaba cometiendo doping luego de que circularan imágenes de algunos jugadores aspirando un algodón previo al ingreso al terreno de juego en los partidos frente a España y Croacia.

Ante ello, Eduard Bezuglov, médico de la selección de Rusia, explicó que "se trata de un simple amoniaco con el que se impregnan trozos de algodón y después se inhala. Esto lo hacen miles de deportistas para animarse. Se utiliza desde hace décadas. No sólo se usa en el deporte, sino en la vida cotidiana de la gente cuando alguien pierde el conocimiento o se siente débil", añadiendo que "se puede ir a cualquier farmacia, comprar algodón y amoniaco. Esto no tiene ninguna relación con el dopaje".