En pleno día, grafitero cubrió mural de Toral
El domingo, mientras el cerro Bellavista recibía a una gran cantidad de turistas, intervino una de las obras del Museo a Cielo Abierto. Se fue preso.
Amediodía del domingo, cuando el cerro Bellavista recibía a cientos de turistas, un grafitero pintaba relajadamente un muro de la calle Labruyere, muy cerca del ascensor Espíritu Santo. Incluso le sacaban fotos mientras lanzaba el spray. Pero había un grave problema en esta acción: la pared en cuestión no es cualquiera, sino la que alberga el mural n° 11 del Museo a Cielo Abierto y que es obra del pintor chileno Mario Toral.
Entre quienes vieron la intervención se encuentra Ruth Aguirre, presidenta de la Junta de Vecinos n° 23 del cerro Bellavista, quien lo encaró y denunció a Carabineros. "Él llevaba mucho rato, porque ya tenía su 'arte' completo. Cuando lo veo, lo increpo y le digo '¿a ti quién te dio autorización para rayar el mural de Toral' y me respondió 'nadie, señora'.
A modo de explicación, el joven le dijo que la pintura "ya estaba toda rayada". Aguirre recuerda que "en ese momento le dije que iba a llamar a Carabineros y que le iba a sacar una foto. Me retiré y me dijo en tono sarcástico 'que esté bien, que tenga un buen día'".
Finalmente, Carabineros de la Octava Comisaría de Florida llegó al lugar y detuvo al joven, quien recibió un parte y luego quedó en libertad. "Eso está bien, pero el graffiti está ahí. Nosotros vamos a seguir el caso y estamos evaluando demandar a esta persona", advirtió la dirigenta.
Ponerlo en valor
El año 2015, alumnos de la carrera de Restauración Patrimonial del Instituto Duoc UC de Valparaíso, intervinieron los 20 murales del museo, en un trabajo intenso que demoró varios meses.
Actualmente, los vecinos, en conjunto con la Fundación Acción Valparaíso, liderada por el suizo Rudolf Glanzmann, están realizando gestiones para realizar un trabajo similar, pero que además ponga en valor el espacio.
"Queremos que el Museo sea declarado como Monumento Nacional y que alguien se haga cargo. Si bien es cierto los murales están en paredes de casas particulares, dan a la calle, son públicos. Queremos darle una seriedad y connotación distinta, porque esto ahora es para la risa. Los turistas se ríen de nosotros, porque esto es un asco", señala Aguirre.
Los vecinos y la organización ya se acercaron al Duoc para trabajar en conjunto y tienen varias ideas. Primero restaurar los murales, luego cubrirlos con un material anti spray (como una especie de vitrificado), ponerles luces e instalar cámaras de seguridad (proyecto que ya está en marcha, pero que es parte del plan de seguridad para el cerro).