Nicole Valverde S.
Al final de la avenida Rodelillo hay un pequeño e improvisado canil con 23 perritos -en su mayoría ancianos- que viven bajo el cuidado y la buena voluntad de un pequeño grupo de vecinos que se hicieron cargo de un problema que viene ocurriendo desde hace años en el sector: el abandono animal.
Luis Álvarez y su esposa Elsa Rojas, viven en el block junto al canil. De hecho, fue el propio Luis quien hace 12 años se propuso a construir el canil, ya que hay personas que acuden al lugar para "botar" a los animales.
"Resulta que aquí empezaron a dejar perritos botados. Entonces como los animalitos quedaban desorientados y asustados los atropellaban, porque por este sector circula mucha locomoción colectiva. A mí se me partía el alma de verlos, así que yo tomé la decisión de cerrar este lugar para que ellos no anduvieran deambulando y terminaran muertos atropellados. Me daba mucha pena como los mataban", relata Luis Álvarez visiblemente emocionado.
"La gente es muy mala. Vienen de noche en auto y dejan botados a los perritos. En un comienzo cerramos un espacio pequeño, pero tuvimos que agrandarlo porque llegaron más perritos", agrega el vecino.
En adopción
La idea de Luis y su esposa Elsa era que la gente acudiera a este lugar para adoptar a los canes. El problema es que estos vecinos están solos en esta cruzada, y no cuentan con el apoyo ni la ayuda de nadie, por lo tanto todos los gastos salen de sus bolsillos.
"Nosotros financiamos los gastos, la comida, sus vacunas, las esterilizaciones. Como yo trabajo de noche, en el día me dedico a atender las necesidades de los perritos, a limpiar, y mantener el lugar", asegura Álvarez.
Por su parte, Erika Pizarro llegó para ayudar y terminó adoptando a dos canes que hoy viven bajo su cuidado. Además, la vecina detalla que en canil la mayoría de los perros albergados son adultos y ancianos, por lo que no son fáciles de dar en adopción.
"Hay algunos perritos que no ven porque son muy viejitos. Otros a penas se mueven, entonces nosotros los levantamos y los acostamos, igual que un abuelito que ya no se vale por sí mismo. Hay otros más jóvenes que aún tienen la esperanza de que alguien les pueda brindar una casa y mucho amor, porque ellos son súper cariñosos", dice Erika Pizarro.
Sumario sanitario
Don Luis asegura que él diariamente realiza el aseo del lugar. Lo que constatamos en terreno sin sentir ningún mal olor. Aún así, vecinos denunciaron esta situación en la Seremi de Salud, quienes tras fiscalizar el lugar iniciaron un sumario sanitario.
"A raíz de una serie de denuncias por foco de insalubridad se llevó a cabo una fiscalización en dicho sector constatándose severas deficiencias sanitarias, que determinaron el inicio de un sumario sanitario que se encuentra vigente", indica el seremi de Salud, Francisco Álvarez.
Y añade que "tratándose de un lugar que mantiene animales, de conformidad a la ley sobre Tenencia Responsable de Mascotas y Animales de Compañía (Ley 21.020) y al reglamento vigente dictado por el Ministerio del Interior y Seguridad Pública, el establecimiento cuenta con el plazo de un año para regularizar la situación sanitaria y obtener la correspondiente autorización sanitaria".
Situación que también fue constatada por el Departamento de Medio Ambiente del municipio de Valparaíso, desde donde señalan que "en el mes de mayo de este año llegamos al lugar por reclamos desde la Junta de Vecinos para constatar la situación de los animales, que si bien no eran malas, no eran las óptimas dado el hacinamiento de las mascotas".
Desde el Departamento de Medio Ambiente agregan que "la última visita que realizamos fue en los primeros días de septiembre, y tomamos contacto con la señora Elsa Rojas y le comentamos la opción de dar los animales en adopción para una mejor calidad de vida".
Y aclaran: "Desde el municipio, en ningún caso se le ha presionado para acabar con el canil. Más bien hemos estado presentes desde que recibimos la denuncia y hemos ofrecido ayuda en transporte para los animales que deban ser trasladados a hogares temporales".
Precisamente esa es la intención de don Luis y doña Elsa, que los animales sean adoptados por personas competentes para sus cuidados, ya que para ellos todo este asunto ha sido un tremendo desgaste físico y emocional, tomando en cuenta que por hacerse cargo de las irresponsabilidades de terceros, ahora están siendo denunciados.