Por qué el siquiatra no le creyó a imputado por crimen del profe
El informe médico es categórico: especialista sostiene que Francisco Silva -acusado del homicidio y descuartizamiento de Nibaldo Villegas- es un "simulador de patología siquiátrica". Inventa que escucha voces y culpa a su pareja Johanna.
Los días 5 y 11 de octubre, el médico siquiatra Mario Bustos realizó, en dos sesiones, la evaluación pericial solicitada por el defensor de Francisco Silva Ales, imputado junto a su polola, Johanna Hernández, por el cruel homicidio del profesor de Villa Alemana Nibaldo Villegas, ocurrido en agosto pasado.
La pericia buscaba establecer la inimputabilidad de Silva, quien había manifestado escuchar voces, mostrando un errático comportamiento durante la última audiencia del pasado 9 de octubre.
Sin embargo, el informe siquiátrico confirmó que es imputable "por los actos en que ha participado. Que es simulador de patología siquiátrica y representa un peligro para la sociedad".
En once páginas, el profesional detalla aspectos de la vida familiar del imputado y características de personalidad, información obtenida mediante entrevista clínico forense, examen mental, test sicométricos y entrevista a la madre de Francisco Silva.
Sufrida infancia
Francisco Silva es el mayor de dos hermanos. Vivió junto a sus padres hasta el año 2006, cuando la pareja se separa, situación que, según relata, le provocaría una severa depresión que en 2011 lo lleva a un intento suicida.
Califica a su madre como una buena mujer y "muy sufrida". A su padre lo describe como "severo y golpeador".
Manifiesta que su infancia fue normal, "aunque sufría bullying por ser gordito y mi tartamudez".
Escucha voces
En el transcurso de las entrevistas, con insistencia Francisco Silva interrumpe su relato para decir que "hay unas voces que me dirigen y yo debería estar en un hospital porque estoy enfermo mental".
Estudió técnico paramédico en el Instituto Ceponal, carrera de la que se tituló el año 2005. Como tal, afirma que "por vergüenza nunca dije que escuchaba voces porque como paramédico sabía que escuchar voces me podía traer problemas para mantener mi trabajo".
Durante los seis últimos meses previos a su detención, Silva trabajaba como guardia de seguridad y eventualmente hacía reemplazos como paramédico.
Golpeador
Francisco Silva estaba casado cuando conoció a la computada Johanna Hernández, quien a su vez continuaba casada -aunque estaban separados de hecho- con el profesor Nibaldo Villegas.
Durante su relato en relación con su matrimonio, Silva admite haber golpeado a todas sus parejas. "Yo puedo estar dejando la cagá literalmente y no me doy cuenta", dijo.
En más de una ocasión y tal como ha sido su postura desde que fue formalizado por el crimen del docente, Silva manifiesta en su entrevista con el siquiatra que fue engañado por Johanna: "Mi matrimonio no iba muy bien y conocí a esta otra mujer que me llenó la cabeza de pajaritos y me llevó a hacer lo que hicimos".
Reitera tener muchas ideas suicidas. "Las voces me dicen mátate, mátate, pero pienso en mi mamá y me da mucha pena (llora, derrama lágrimas pero con expresión facial plana y frialdad afectiva)", se lee en el informe.
Las conclusiones del informe son categóricas: sin patología siquiátrica (simulación), trastorno sicopático inespecífico de la personalidad con rasgos antisociales y limítrofes.
El siquiatra a cargo señala que "es imputable por los actos en que ha participado, que activamente es simulador de patología siquiátrica y representa un peligro para la sociedad".
El profesional recomienda proceso de evaluación clínica y tratamiento siquiátrico mediante uso de fármacos para "control de la impulsividad agresiva, alivio de la ansiedad y vigilancia permanente por alto riesgo de intentar suicidio".
En cuanto a su trastorno de personalidad, el siquiátra señala que éste es "de carácter irreversible e irrecuperable".