"El 31 de marzo ponemos fin a la lista de espera quirúrgica"
39 años tiene el médico que con un joven equipo de trabajo busca revolucionar la atención. Son más de 800 operaciones que se deben hacer en dos meses para cumplir la meta.
Hijo de un cirujano y una enfermera, a los dos años asistió a la sala cuna de un hospital y ya veinteañero dirigió un consultorio rural. Además tiene otros dos hermanos médicos. Toda la familia con pasado y presente en el servicio público.
Es el doctor Mauricio Cancino Quezada, que a sus 39 años asumió esta semana la dirección (s) del principal hospital de Valparaíso, cargo en el que debiera ser ratificado en los próximos meses. "Para mí el Van Buren es uno de los tres más grandes e importantes del país", afirma orgulloso.
Cancino era el actual subdirector médico y tras el alejamiento del Dr. David Gutiérrez asume con un grupo de trabajo de su generación que bordea los 40 (médicos, matronas, enfermeras, ingenieros), para enfrentar el desafío de mejorar el servicio. "Somos un hospital de alta complejidad y queremos dar una atención de calidad. Nuestra principal idea es cumplir con la normativas ministeriales, y en este caso nos hemos puesto ya metas, como al 31 de marzo terminar con las listas de espera quirúrgicas, que en estos momentos son más de 800 pacientes que están a la espera de una intervención quirúrgica en todas las áreas de carteras de servicios. Al 31 de marzo vamos a terminar con la lista de espera, que es lo solicitado por el ministro Emilio Santelices y el Presidente Piñera. Nos hemos comprometido y nuestro principal trabajo como equipo es lograrlo", sostuvo convencido de alcanzar la meta.
Reclamos
El año pasado durante siete meses el facultativo ejerció como jefe de la Unidad de Emergencia Adulto, que siempre aparece en la polémica por reclamos y críticas de los usuarios por la demora y calidad del servicio prestado. Se muestra consciente que esta unidad sigue como uno de los puntos negros insolubles para las autoridades que encabezan el hospital. Habló del diseño de una planificación estratégica de contingencia, que involucra a hospitales como el Dr. Eduardo Pereira, Claudio Vicuña de San Antonio y San José de Casablanca.
"La idea es que una vez que tengamos la posta saturada de pacientes, nosotros podamos contar con la derivación de pacientes a otras unidades. Para eso hemos creado un protocolo de derivación, una escala de categorización de pacientes, y reacomodación de los espacios, para un flujo más rápido y una atención oportuna de las urgencias".
Además existe un plan de educación en salud para que los pacientes sepan en qué momento dirigirse a la unidad, y acudir a otros centros de la red si los casos no son tan graves.
Camas complejas
Otra de las debilidades que se buscará mejorar en el Van Buren es la falta de camas complejas. "Hoy nuestro hospital tiene más de un 80% de camas básicas y eso no corresponde a ningún estándar internacional. Queremos revertir esas cifras y dejar las básicas a pacientes en recuperación o próximos a ser dados de alta", admite el director, quien contrario a la que pudiera pensarse, no considera que una multimillonaria inversión en infraestructura como lo hizo el Dr. Gustavo Fricke, sea la panacea para acabar con los problemas que afectan al recinto asistencial porteño.
"En mi opinión el hospital no nace en la infraestructura sino que se hace en el día a día, y el nuevo equipo directivo convoca a personas con espíritu de trabajo y compromiso. El nuevo Van Buren lo vamos a hacer con recursos humanos. Si en armonía se entrelaza con un proyecto adecuado para tener un hospital como el Fricke o el biprovincial de Quillota será muy bienvenido, pero el nuevo hospital lo haremos nosotros... las personas", enfatizó.
En cuanto a proyectos inmediatos, manifestó que buscará aumentar el número de cupos de las camas UCI y fortalecer la atención oncológica, con la llegada de un segundo acelerador lineal que mejorará la atención a los pacientes que llegan de las regiones de Atacama, Coquimbo y Valparaíso.
Relacionado con el tema oncológico, anunció que acaban de firmar un convenio con la Universidad de Valparaíso en el área reproductiva, para dar una solución a las mujeres amenazadas con cáncer, las que una vez recuperadas del mal podrán preservar sus óvulos para tener la oportunidad de dar una vida nueva.
Otra buena noticia es que en abril llegarán unos 40 médicos de distintas áreas, por lo que se extenderán los horarios de atención en el consultorio de especialidades.