Humorista Jorge Alís: "No sé por qué volví al Festival de Viña"
El argentino pisará nuevamente la Quinta Vergara a cinco años de su debut. Analiza cómo ha cambiado la comedia.
Carolina Collins
Aunque ya lleva 23 años viviendo en Chile, el país que hoy ve Jorge Alís no es el mismo que lo recibió entonces. Ni tampoco el que lo vio debutar en el Festival de Viña del Mar hace ya cinco años, en 2014, cuando conquistó al público chileno haciendo stand up comedy, un género que en esa época aún era incipiente en este rincón del mundo, y que hoy domina los escenarios locales.
Ese es un primer cambio. Hoy, a diferencia de hace cinco años, la mayoría de los números de humor en los festivales televisados son de stand up. Otro cambio es que tal como él, miles de otros extranjeros han decidido venir a probar suerte a Chile. Y el tercer cambio, que el mismo Alís identifica, es que hoy mofarse del otro por ser diferente no es divertido, y hay que ir más allá, pero sin dejar de tratar los mismos temas. Hay que darle la vuelta, reflexiona el argentino.
-Con el fenómeno migratorio como tema relevante hoy, ¿sigue siendo parte de tu rutina el hecho de ser extranjero?
Sí, imagínate que hay un montón de posiciones sobre la llegada de los extranjeros a cualquier parte. Siempre hay gente que está de acuerdo y otra que no. Está pasando en el mundo esto, y hay un nuevo Chile y ese claramente es un tema en el que es difícil tomar una opinión: 'por qué no los mandan de vuelta', 'porqué no les dan visa'. Revela un montón de falencias que el chileno o el argentino o cualquiera tiene en su lugar. Ahora hay más personas, somos más y eso genera cosas que son buenas, que son malas, como todo.
Y que pueden ser divertidas...
¡Totalmente!
-¿Y tú fijas una posición?
Mirá, yo soy un argentino viviendo en Chile, con hijos chilenos, sé lo que se siente irse de tu tierra, alejarte de tus propios fantasmas económicos, familiares, qué sé yo; y aparece un instinto de supervivencia. Soy un extranjero que vino solo, que armé una familia, amigos, sé que es duro estar lejos de tu tierra. Los chilenos también tuvieron una migración enorme, lo sabemos, por razones terribles y se han quedado muchos chilenos en todo el mundo. Entonces creo que mi posición es clara, mis hijos tienen otra nacionalidad y desde ese lugar se me abre el corazón para todos.
La vida tras viña
Después del éxito en el Festival 2014, cuando se llevó todos los premios, las ofertas le llovieron a Jorge Alís. Le ofrecieron teleseries, programas de televisión e incluso animar un late show. Pero dijo que no a todo. Quería priorizar el tiempo con su familia y ver crecer a sus hijos.
Sin embargo, eso no implicó que se alejara de los escenarios. Al contrario, es lo que ha hecho los últimos cinco años, tiempo en el que incluso estrenó una película que financió él mismo, "Argentino QL", en alusión al personaje que le presentó al público chileno precisamente sobre la Quinta Vergara.
"Lo bonito es que mi vida fue siempre igual después de Viña. Me gusta regar las plantas y converso con mis vecinos, no cambió eso", afirmó sobre lo que pasó después de 2014. "Fue relindo que me ofrecieran laburos que me hubiese encantado hacer, pero por tiempo preferí quedarme llevando a mis hijos al colegio", explicó.
-¿Y por qué decidiste volver ahora al Festival?
No sé, pero fue como 'me estoy divirtiendo haciendo lo que hago'.
-Mucho humorista se queja de que hoy hay más sensibilidad. ¿Has tenido que adaptarte a los nuevos tiempos?
Sí, hay una adaptación, pero siento que los pensamientos de los seres humanos no han cambiado. Estoy totalmente de acuerdo con los cambios, porque tiene que ver con un humor donde nos burlábamos de los géneros con mucha frecuencia, lo loco es que no nos dábamos cuenta. Era como típico cargar al otro o remedar y esa cosa heteronormada que teníamos es como antigua, y esa es una cosa en que claramente hace falta un cambio rápido. Yo creo que tiene que ver con que tenemos que laburar más los que hacemos humor, pero no por eso dejar de hablar de esos temas.
Uno, por ejemplo, puede reírse de la homofobia sin ser homofóbico...
Total, hay cosas que dan permiso. Si sos extranjero hablás de los extranjeros. En Argentina hay un humor de comediantes que hablan de los judíos y son judíos ¡y son maravillosos! Porque tienen esa cosa de la culpa y como hay una comunidad judía muy grande en Argentina, hay mucho público para eso. Los negros en Estados Unidos hablan de los negros y tiene que ver con un permiso tácito. Si soy argentino y hablo mal de Argentina, si soy argentino y hablo mal de Chile puedo hacerlo, pero no sermoneando, sino que hablando del parecido que tenemos, ¡somos iguales!
-Alguna vez fuiste debutante en Viña. ¿Qué le dirías a los que lo harán este año, como Jani Dueñas, Mauricio Palma y Felipe Avello?
Son personas que vienen de escenarios grandes también, de personalidades muy marcadas. Los conozco a los tres desde que empezamos juntos, los he visto miles de veces laburando en bares, con la Jani hicimos tele juntos. Son de personalidades muy grandes, que es lo que hace falta. Palma tiene personajes muy lindos, que dicen cosas muy fuertes. La Jani es un zarpada y a la vez muy amena, muy cercana. Y Felipe me encanta, lo conozco hace mucho, pero este loco tiene muy claro cómo subirse al escenario, lo que él hace no lo puede hacer otra persona. Yo me muero haciendo lo que él hace. Hay mucho trabajo detrás de eso, no es un loquito.