Claudio Morales Salinas - La Estrella de Quillota - Petorca

Tal y como varios equipos de Primera División que se complicaron ante rivales de la "B", Unión La Calera se enredó de local ante Ñublense y debió batallar para lograr apenas un empate en condición de dueño de casa, dejando a pulso la incertidumbre de cara a la revancha del próximo domingo en el sur.

El debut de Diego Rojas en el mediocampo le dio una nueva cara al equipo de Francisco Meneghini, con la capacidad de retener el balón y la claridad en las habilitaciones a sus compañeros. Sin embargo, los receptores de esos pases no estuvieron finos, ni Yonathan Andía en los desbordes, ni tampoco los delanteros lograron desmarcarse y rematar a lo largo de la brega. De hecho, solo Christian Vilches tuvo una ocasión clara en el primer tiempo, quien remató exigido tras un tiro libre y la defensa visitante despejó casi en la línea. Por contrapartida, Ñublense fue un equipo compacto para cerrar espacios y rápido para pasar al ataque. De hecho, puso la alarma en el arco local con un cabezazo de David Escalante y un remate de Federico Mateos que repelió el portero Augusto Batalla.

Desde atrás

La peligrosidad de los sureños quedó reflejada en los 60', cuando una veloz contra la definió de gran forma el atacante Sebastián Pérez, quien se llevó a Pablo Alvarado y anotó frente a Batalla.

El equipo calerano mostró las virtudes y falencias ya conocidas a lo largo del año, con énfasis en estas últimas, o sea, mucha tenencia de balón, triangulación en la mitad de la cancha y la pelota demasiado rato en los pies de los centrales y los volantes Matías Laba y Juan Leiva.

El técnico debió echar mano a la banca para revertir un panorama que se ponía complejo. Eugenio Isnaldo, quien regresó después de una lesión, y Marcelo Larrondo, saltaron de la banca para poner más peso a la ofensiva. El zurdo intentó desbordar por la izquierda y le dio más trabajo al lateral derecho Juan Faúndez.

Larrondo en tanto, que no ingresó del arranque porque se reintegró tarde a la intertemporada, luchó con los centrales pero no mucho más en un equipo que perdía claridad.

El empate llegó por la vía del penal -falta sobre Diego Rojas-, y fue con suspenso, ya que el exdelantero de River Plate ejecutó a las manos del portero Miguel Jiménez, y solo tras el rebote, pudo decretar el empate.

Unión La Calera pudo haber aprovechado la expulsión de Pérez, el autor del gol visitante, pero no salió de su confusión, y solo con jugadas de balón detenido pudo desequilibrar. Vilches lo tuvo otra vez pero remató desviado y con eso se esfumaron las últimas chances de ganar el duelo de ida por los octavos de final de Copa Chile.

De hecho, Ñublense siguió siendo peligroso, pues su técnico apostó por Matías Pinto, goleador de la "B" que estaba en la banca y que mantuvo preocupados a los zagueros caleranos hasta el final.

Saldo en contra

En Unión La Calera quedó la preocupación de no haber podido ganar en casa, dejando escapar puntos desde el "Nicolás Chahuán" como pocas veces ocurrió durante el primer semestre. Como saldo positivo, quedó la reaparición de Isnaldo y los minutos que jugó Larrondo (quien además anotó). Ambos seguirán llamados a ser los hombres desequilibrantes del ataque.

También la inclusión de Rojas debe sumar en un equipo que muchas veces concreta menos de lo que sus intenciones insinúan.

Para la revancha, el cuadro rojo deberá repetir la victoria de visita que consiguió en la llave anterior ante Magallanes. Ñublense no tiene mucho que perder y se la jugará como local, lo que lo convertirá en un rival de cuidado, aunque cuando eliminó a Curicó su fortaleza mayor la mostró de visita, no en el "Nelson Oyarzún".