El "Guasón" que conquistó Venecia ya está cerca de los cines locales
Este jueves se estrena la esperada cinta dirigida por Tod Phillips que se aleja de su némesis, Batman.
Marcelo Macellari C. - La Estrella de Valparaíso
Desde que apareció el tráiler de "Guasón", muchos comentaron que no se trataba de una típica producción de Hollywood sobre superhéroes y villanos. La prensa hablaba de una cinta revolucionara. Luego vino el Festival de Venecia, donde recibió una ovación de ocho minutos y el León de Oro a la mejor película, entregado por un jurado que presidió la cineasta argentina Lucrecia Martel. Así, un filme basado en el personaje de un cómic, era galardonado en el festival de cine clase A más antiguo del mundo.
Por todo lo anterior, las expectativas son altas. Y falta poco para comprobar qué tiene la cinta dirigida por Todd Phillips (responsable de la saga cómica "¿Qué pasó ayer?") y protagonizada por Joaquin Phoenix, que causa tanto revuelo: la preventa para el estreno programado el 3 de octubre en la cartelera local comenzó hace días.
El "Guasón" versión 2019 es un personaje identificado en un primer momento con su historia y la de su némesis, Batman, aunque aquí sólo se menciona a los integrantes de la familia Wayne. Por eso también es, al mismo tiempo, una historia completamente original, sin conexión o referencia alguna con el mundo de héroes y villanos que conocimos en las últimas décadas a través del cine.
El personaje de la película de Todd Phillips no le debe casi nada al universo de los personajes de DC Comics y mucho, en cambio, a otras influencias. De la mano de un Joaquin Phoenix entregado de manera absoluta a la perturbación mental, al malestar y al desvarío criminal de su personaje, la película tiene conexiones muy visibles con el cine de Martin Scorsese. El Joker del actor de "Gladiador" es una mezcla de Travis Bickle (el protagonista de "Taxi Driver") y Norman Bates ("Psicosis")
Arthur Fleck (Phoenix), un standapero frustrado, vive a diario humillaciones por su trabajo de clown y depende de una ayuda social que nunca llega para asistir sus necesidades y las de su casi postrada madre. Despedido del empleo por un incidente con un arma en un hospital, solo encuentra una luz en la posibilidad de un futuro como comediante en el show televisivo de Murray Franklin (Robert De Niro).
Sin embargo, el Guasón no es un personaje de comedia, sino que a medida que avanza la trama va adquiriendo otros perfiles, más enajenados, nihilistas y violentos. La Ciudad Gótica ochentera de este nuevo Guasón es una sociedad anómica marcada por la suciedad en las calles, los trenes pintarrajeados, la sordidez de las conductas y el desprecio a la autoridad.
Más cerca de scorsese
La transformación de Joaquin Phoenix, a quien ya se le augura una nominación al Oscar, no es solo producto del maquillaje facial y la tintura de pelo, sino también física: el actor de 44 años se sometió a una estricta dieta para perder peso. Y, además declaró que para crear la risa diabólica del personaje estuvo estudiando a personas que padecen afección pseudobulbar, una enfermedad neurológica que provoca en quienes lo sufren ataques de risa o llanto en momentos inapropiados.
Las críticas hablan de una película "más cerca de Taxi Driver que de Aquaman". Por supuesto que la prensa europea, que vio el filme en Venecia, la trató muchísimo mejor que la que acaba del pasado Festival de Toronto. Los medios norteamericanos le cuestionan "ser lenta y depresiva", mientras que a otros les preocupa que "envía un mensaje inquietante al humanizar a un asesino psicópata a medida que aumentan los tiroteos masivos y la sociedad está cada vez más alarmada por la violencia armada".
La película, que fue calificada para mayores de 17 años en Estados Unidos, tiene un costo bajo para los parámetros de la industria: sólo 55 millones de dólares, cuando las de Batman u otros superhéroes no bajan de los 150. Y Biblias del espectáculo hollywoodense, como Variety y The Hollywood Reporter, le vaticinan una recaudación en su fin de semana de estreno que rondaría los 88 millones de dólares, con los cuales pagaría todo su costo de producción, más lanzamiento.