Cinthia Matus O.

Aprimera hora, el alcalde de Villa Alemana, José Sabat, llegó hasta las dependencias municipales para evaluar los daños que afectaron a la ciudad. En la oportunidad, el jefe comunal lamentó que la manifestación, "que comenzó de manera pacífica y familiar", terminara con desmanes y destrozos. "Esta mañana hemos hecho una evaluación de lo ocurrido en Villa Alemana, tras la manifestación del día de ayer (sábado). Nos encontramos con infraestructura pública y privada con daños y, de acuerdo a lo informado por Carabineros, hay 21 detenidos que pasarán a formalización de cargos", expresó.

Pese al vandalismo, que afectó principalmente al edificio consistorial y al Centro Cultural Gabriela Mistral, el alcalde José Sabat destacó que "la comuna despertó en calma, y esperamos que la jornada de hoy (ayer) se mantenga en esta misma tranquilidad".

Invita al diálogo

Respecto del conflicto que se vive en gran parte del país, José Sabat hizo un llamado al diálogo. "Como alcalde, quiero llamar a nuestros vecinos a que cada uno de nosotros sea agente de diálogo. Es evidente que hay un descontento social del cual las autoridades tenemos que hacernos cargo. Sin embargo, el camino de la violencia no va a solucionar nada, muy por el contrario. Nuestro municipio tiene sus puertas abiertas", manifestó.

Además de los destrozos en los edificios municipales, se registraron daños en la infraestructura de Banco Estado y Servi Estado, Banco Santander, VTR, Caja Los Héroes y Los Andes, saqueos en los supermercados Acuenta, Líder y Santa Isabel.

Desde muy temprano, los villalemaninos que necesitaban viajar a Santiago por trabajo llegaron hasta las oficinas de TurBus y Pullman Bus para comprar un pasaje. Si bien el sábado se suspendió el servicio, ambas empresas reactivaron los recorridos y a las 11.00 de la mañana salió el primer bus. "Estamos trabajando según la situación de Santiago. Si se pone complicado, suspendimos", dijo uno de los trabajadores.

A eso del mediodía, la fila ya se extendía por media cuadra. "Este lunes era mi primer día de trabajo en Las Condes, pero me llamaron que ahora tengo que ir el martes, pero me voy hoy día, porque sino el lunes va a estar la crema allá con la fila. Espero que me vaya bien con el bulto que llevo. Espero llegar sano y salvo", dijo Cristian Murúa, quien andaba con una maleta XL para quedarse donde su primo.

Los buses desde Villa Alemana a Santiago salieron hasta alrededor de las 16.00 horas y luego se suspendió el servicio, lo mismo que de otras ciudades de la región.

El temor al desabastecimiento hizo que muchas familias llegaran hasta el Líder de Peñablanca para abastecerse de alimentos y útiles de aseo. El supermercado era el único abierto en la comuna, por lo que las filas se hacían eternas.

A eso de las 10.30 de la mañana, los pasillos estaban llenos de personas comprando al por mayor alimentos no perecibles, hasta que a las 12.30 horas se cerraron las puertas y no se permitió el acceso a más vehículos. Los que venían llegando a esa hora se lamentaron, pero igual se quedaron a hacer la fila a todo sol.

Mientras tanto, en el centro, la farmacia Eco también se colapsaba atendiendo público, al igual que el banco CrediChile y el Banco de Chile, que eran los únicos que tenían sus cajeros automáticos operativos. Las bombas de bencina también estaban llenas de conductores esperando llenar sus estanques.

Más tarde, a eso de las 13.30 horas, las puertas del supermercado Líder se volvieron a abrir para recibir el público de a pie. "Se espera que se desocupe un poco, que la gente termine de pagar y luego se vuelve a permitir el acceso", explicó uno de los supervisores. La mayoría pagó con crédito y en cuotas.