Cinco locales quemados por rebrote de incendio
Saqueo en Cruz Verde derivó en un siniestro que renació de madrugada afectando a un gimnasio, un café, un gimnasio y un local nocturno.
Poco antes de que empezara el toque de queda del día lunes, un grupo de manifestantes se aglomeraba en la esquina de Edwards con Independencia. Tras un par de minutos abrieron las cortinas de una farmacia Cruz Verde para saquearla y quemarla. Ese particular desmán terminaría afectando a otros cuatro locales.
Durante la madrugada se generó un incendio en las ruinas de la farmacia, que se expandió hacia los lados y hacia arriba hasta el tercer piso, consumiendo prácticamente la totalidad del edificio. La sandwichería El Guatón, el nightclub Vitrola y la cafetería italiana Porto Magiore quedaron inutilizables. Arriba, funcionaba un gimnasio que tampoco pudo ser salvado.
A la mañana siguiente, los propietarios y trabajadores de los negocios afectados acudieron a catastrar el nivel de daños y sacar lo que se pudiera salvar.
Leonardo Diaferia, dueño de Porto Magiore, contó que su local alcanzó a funcionar poco más de un año.
"Toda la maquinaria, todo lo que está adentro se perdió, lo que no se quemó se dañó con el agua. Vamos a ver qué se puede salvar, pero no es mucho. Ayer (lunes) la gente estaba trabajando y tuvieron que cerrar y escapar. Yo tenía cinco trabajadores que ahora quedaron sin trabajo, seis contando conmigo. Vinimos con la idea de invertir en un país con una economía de subida, pero así no es, hay muchos problemas y también de burocracia para sacar papeles. Ahora viene esta protesta, una legítima protesta, que se daña con estos ataques", dijo.
El guatón
Los trabajadores de El Guatón le "pusieron el hombro" a la situación, acompañando al administrador y ayudando a retirar sillas, planchas, bebidas y hasta bolsas con condimentos. Algunas cosas se veían reutilizables, pero la mayoría de los implementos con que trabajaban estaban carbonizados.
El administrador, Carlos de La Rosa, señaló entender las demandas de la protesta, pero categorizó como "vandalismo" el daño que sufrieron. Agregó que los 16 trabajadores del local damnificado serán reasignados a otros negocios de la cadena.
En el caso de la farmacia Cruz Verde, el local pertenecía a una familia de Valparaíso y funcionaba como franquicia para la cadena. Se excusaron de emitir comentarios, por lo delicado de su estado emocional.