Francisca Palma Schiller - La Estrella de Valparaíso
El fuerte estallido social que ha marcado el panorama del país las últimas semanas, ha paralizado la cotidianidad de los porteños. Por un lado hemos visto las diversas manifestaciones en el centro de la ciudad, por otro, la difícil revitalización del comercio de Valparaíso producto de la inseguridad.
Y en suma a lo anterior, se agrega la grave crisis que ha tenido que enfrentar el rubro nocturno, de entretención y bohemia: no han podido trabajar en forma continua por más de 13 días.
Raúl Rojas, vocero de los locatarios nocturnos de Subida Ecuador, cuenta que llevan dos semanas prácticamente parados, lo que ha significado un decaimiento significativo.
"45 locales de la bohemia nocturna llevan cerrados 13 días. Nos hemos visto afectados por el tema de los daños que se han producido, por el miedo colectivo y por la nula presencia policial en la noche. Los locatarios tienen miedo de abrir sus cortinas e independiente de los daños privados, tenemos una pérdida comercial enorme... no estamos recibiendo ingresos", señala el vocero del conocido sector porteño.
Pérdidas
Según los cálculos de los locatarios las pérdidas ya alcanzarían los mil millones de pesos, cifras que además afectarían a más de 1000 trabajadores, en su mayoría, estudiantes de la región.
"El día sábado hicimos un catastro y las pérdidas son millonarias, cercanas a los mil millones de pesos. Además, sólo en Subida Ecuador hay más de 250 trabajadores que tienen que seguir recibiendo sus sueldos y que también se han visto afectados por el tema de las propinas. La mayoría son estudiantes que con esta plata pagan sus alojamientos y movilización", asegura Raúl Rojas.
Por otro lado, el presidente de la Asociación de Locatarios Nocturnos de Valparaíso (Alnoval), Víctor Ramírez, asegura que el comercio nocturno representa el 30% de la actividad económica de la zona.
"Nuestra industria mueve el 30% de la economía de Valparaíso y tenemos cerca de 1000 personas contratadas entre part y full time, por lo tanto unas semanas o un mes cerrados significa la muerte del local", manifiesta Ramírez.
Sin ánimo
Trabajadores afirman que el toque de queda fue mortal para la actividad, además los bajos ánimos de la población que se sienten en el ambiente de la región ha sido también perjudicial.
"Nosotros trabajamos en un horario en el cual hubo toque de queda, lo que significó cero participación y cuando se levanta el toque, no estaban las condiciones para abrir los locales, porque estamos todos mentalmente mal, los cabros, los jóvenes se han mostrado más entusiastas", indica el presidente de Alnoval.
Ayuda
Durante estos días, el gremio ha logrado reunirse y ha sacado sus propias conclusiones: exigen mayor resguardo policial y la renuncia del intendente Jorge Martínez.
"Estamos pidiendo a la Intendencia que se nos pueda asegurar resguardo policial, para abrir nuestras cortinas con seguridad, pero no nos han tomado en cuenta, por lo mismo, hemos tomado la decisión de forma unánime de pedirle la renuncia al intendente", puntualiza Raúl Rojas.
Además, ya tienen propuestas que han sido escuchadas de forma positiva en la alcaldía ciudadana de Jorge Sharp. "Necesitamos una ayuda real para reactivar la economía. Proponemos que la paga de patente quede para el otro semestre, al igual que el pago de terrazas", determina Víctor Ramírez.
La Estrella de Valparaíso tomó contacto con la Municipalidad, desde donde aseguraron que las medidas propuestas por los locatarios nocturnos se aprobarán en el próximo Concejo Municipal del día lunes.