Nicole Valverde S.
La presidenta de la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (Anef) Valparaíso, Mabel Zúñiga, salió a la palestra ante la negativa de la Anef - y otras cinco organizaciones de la Mesa del Sector Público- de llegar a acuerdo con el gobierno por el reajuste salarial.
Cabe señalar que la tarde del martes pasado, el gobierno y otras diez organizaciones, acordaron el aumento de 2,8% para los funcionarios que perciban una renta bruta mensual inferior a 2 millones de pesos, y uno de 0,7% para quienes perciban un sueldo mayor a la misma cifra.
"No estamos de acuerdo con la propuesta del gobierno. Y no por un tema antojadizo, sino porque el gobierno está resolviendo los temas de agenda social con arcas fiscales. Y en ningún momento señala a los empresarios y al 1% más rico de este país como responsables de pagar los costos de esta crisis de modelo que hoy día tenemos", apuntó Zúñiga.
Y agregó: "La fórmula que se ha planteado pone muy por debajo del incremento del IPC de este año. Y por primera vez en la historia nosotros vamos a quedar por debajo del incremento del IPC, y nos parece que eso es castigar a los empleados públicos. Por eso la Anef tomó la decisión de no firmar el acuerdo y se mantiene en paralizaciones".
El despertar
-¿Cómo evalúa el estallido social?
-El estallido social responde a la crisis de un modelo político, económico y cultural que es 'anti natura', porque segrega, genera profundas desigualdades y es tremendamente violento. Lo más positivo que tiene este proceso es que de manera espontánea se generó un proceso de organización que no existía. A mí me da la impresión que luego de este estallido el tejido social se robusteció en términos organizativos.
-¿Hay un desgaste en las movilizaciones?
-La gente asume la movilización con la marcha. Y la verdad es que la marcha es una forma de movilización, pero existen muchas otras. Ahora, claramente lo que más impacta son las marchas multitudinarias y todo lo que ellas conllevan. Pero Valparaíso tiene un promedio de 15 actividades diarias y eso es tremendamente movilizador. Las movilizaciones no han parado. Lo que han bajado un poco son las marchas, y eso es porque la estrategia de represión del gobierno genera mucho miedo. Pero también estamos cansados, salir a la calle todos los días desgasta.
-¿Qué piensa de lo que ocurrió en Valparaíso?
-Es cierto que uno pasa por Condell, particularmente, y se ve destrucción. Pero si uno mira los cerros, hace años que están destruidos. Tal vez esta es la oportunidad de que pensemos Valparaíso con una participación más efectiva. ¿Cuál es la lógica de comercio que queremos?.
-¿Qué le parece el rol del municipio porteño?
-Yo creo que cuando podría haber sido más ciudadano, el alcalde perdió una oportunidad. Porque podría haber generado procesos bastante más participativos con aquellos que no están de acuerdo con él. Los procesos de unidad social pasan necesariamente por entender que somos diversos. Este estallido social puso sobre la mesa que la suma de las minorías hace la mayoría, y las autoridades que no son capaces de entender eso no van a lograr abrir espacios reales para reconstruir este país.
-¿Cómo proyecta el 2020?
-Muy movido. Yo creo que vamos a tener un 2020 maravilloso en términos de pensarnos y de reconstruirnos. Estoy segura que la normalidad que viene es la de un pueblo que se empieza a dignificar.