Madre porteña cumplió un mes y medio perdida
La familia de Ana Bravo Verdejo le perdió la pista el domingo 10 de noviembre en el plan de Valparaíso.
Ha pasado poco más de un mes y medio desde que Ana Bravo Verdejo, de 38 años, tuvo el último contacto con su familia antes de que se le perdiera la pista.
Fue su cuñado Ignacio Catalán quien hizo la denuncia de la desaparición de Ana a través de La Estrella, cuando ella llevaba tres semanas perdida. Cabe señalar que en aquella ocasión, Catalán aseguró que la última vez que vieron a Ana fue por el sector de avenida Uruguay, en Valparaíso, donde trabaja como comerciante ambulante.
Hoy nuevamente la familia de la madre de tres hijos, dos de ellas de tan solo 1 y 3 años, recurren a este diario para difundir la búsqueda de "Anita".
"se la tragó la tierra"
"Hemos ido a pegar afiches a Quilpué, Villa Alemana, Limache, Quillota y aún no sabemos nada de ella. La Policía de Investigaciones está investigando cámaras ubicadas en los últimos lugares en que fue vista pero no hemos recibido noticias de ella, nada, ni un llamado de las policías. Estamos desesperados como familia", lamenta el cuñado.
Por otro lado, su madre Magaly Verdejo, asegura que a su hija "se la tragó la tierra. No sabemos nada de ella, ni una señal de vida. Nosotros hicimos una denuncia por presunta desgracia en la Brigada de Homicidios de la PDI, hasta hemos recurrido a canales de televisión, pero yo no he hablado con ningún detective, solo se han comunicado con mi otra hija y mi yerno, y más de eso yo no sé. No sabemos qué más hacer".
Mal presentimiento
A medida que pasan los días en la familia de Ana aumentan los malos presentimientos respecto a lo que le podría haber ocurrido a la mujer.
De hecho, aseguran que hay rumores de que habría sido vista en el sector del Muelle Barón con un hombre desconocido.
El último contacto de Ana con su familia fue una llamada a su madre Magaly, donde el pedía disculpas y le aseguraba que quería volver a casa.
"Yo creo que le pasó algo malo porque mi hija nunca había hecho esto. Ella nunca habría desaparecido sin avisar nada y dejar solas a sus hijas", dice Magaly.
Y agrega: "Yo trato de no pensar nada malo, pero ahí está el bichito. Imagínese cómo pasamos la Navidad, con pura angustia, con más dudas e incertidumbres".