Motel incendiado en 2018 se transformó en casa okupa
En el recinto habitan cinco personas pese a riesgo de derrumbe e infecciones. Muni dice que no puede hacer nada.
Francisca Avsolomovich - La Estrella de Valparaíso
A finales del 2018, el reconocido Motel Bleu Niut, ubicado en calle Monjas con Lastra, fue envuelto en llamas. Un año ha pasado desde el incendio y vecinos son testigos de los constantes escombros y residuos que entorpecen el libre transitar.
Hasta el momento no han obtenido soluciones por parte de la municipalidad de Valparaíso, pese a denuncias realizadas, el riesgo a contraer infecciones y ser víctimas de posible derrumbe, tal como ellos advierten.
Juan Trujillo es vecino del sector y ha vivido gran parte de su vida ahí, por lo mismo, ha conocido al edificio en todas sus facetas: hogar, motel y casa okupa.
Respecto a la situación actual manifestó que, "me parece pésimo. Lamentablemente este es un lunar que hay en Valparaíso, donde nadie hace nada, tú ves los escombros en el suelo, gente okupa y no hay una preocupación. La imagen que da para el resto de la población es pésima".
Por otra parte, uno de los ocupantes, quien no quiso entregar su identidad, afirmó que "hace más o menos un mes vivo aquí con amigos. Mantenemos limpio por dentro, cada uno tiene su pieza y yo tengo a mi perro también, se llama Perkin".
Mientras se concentraba en retirar agua del grifo, la cual utilizan para cocinar y bañarse, expresó que, "hemos tratado de adornar lo más que hemos podido y convertirlo en nuestro hogar".
Asimismo, declaró que, "han llegado carabineros, pero no más que eso. Es como para ver quién está viviendo acá y la municipalidad todavía no se acerca a nosotros".
Desde la municipalidad afirman que sí están al tanto de la situación, sin embargo, al tratarse de una propiedad privada no pueden hacer nada al respecto. Además, al no haber derrumbe no pueden intervenir.
Jennifer Soto, vecina de calle Monjas, quien ayudó a combatir el incendio en 2018, expresó que, "el dueño del motel primero lo puso en venta, pero se dio cuenta que no iba a pasar nada y está esperando a que simplemente se derrumbe porque además sale muy caro que lo demolieran".
Frente a lo mismo, Juan manifestó que "lamentablemente el dueño anda desaparecido entonces la municipalidad debería hacerse cargo y venir a remover escombros, porque en cualquier momento se puede caer".
Sanidad
Una de las principales preocupaciones es la basura, el mal olor y como esto genera un posible punto de infecciones no solo para los vecinos de la calle Monjas, sino también para los pacientes del consultorio del adulto mayor ubicado frente a la infraestructura.
Al respecto, Jennifer señaló que, "aquí en el sector igual hay caleta de ratones, entonces donde hay basura eso se incrementa".
Una de las funcionarias del consultorio, encargada del área de limpieza, quien no quiso dar su nombre, declaró que, "me preocupan las mismas personas que viven ahí, porque no tienen agua ni luz, ninguna necesidad basica cubierta. Ellos no vienen para acá, en ese sentido son bien respetuosos". Además agregó que, según información que ella manejaba, "el consultorio nunca ha hecho una petición a la municipalidad, pero estamos al tanto de la situación".
Al respecto, desde la Secretaría Regional Ministerial de Salud (SEREMI) señalaron que no existe una denuncia formal, por lo cual no pueden actuar.
Aseguraron, además, que la normativa indica que las presentaciones de este tipo deben hacerse a la Dirección de Obras del municipio, ya que ellos tienen la protestad y son quienes ofician, finalmente, el actuar de la Seremi.
Seguridad
Otra de las preocupaciones es el estado actual del edificio. "Si tu ves esa parte que ya está derrumbada de lo que fue el motel, te vas dando cuenta que cada vez se cae más, sobre todo en invierno con las lluvias. Es súper inseguro que ellos vivan ahí, porque si eso se sigue derrumbando y están ahí, podría ser muy peligroso", aseguró Jennifer.
Sin embargo, existen otros miedos relacionados a quienes habitan el recinto. Juan expresó que, "de alguna manera sí me da inseguridad, porque la gente que vive ahí anda pidiendo plata y toman mucho. No siento que me vaya a pasar algo, pero sí es molesto".
Asimismo, Jennifer agregó que, "vecinos se quejan de algunos actos violentos en la noche, pero siendo super honesta, igual es tranquilo. En general en la noche yo siempre trato de venirme en Uber si es que estoy lejos, pero yo me imagino que estos tipos nos ubican".
A pesar de los problemas que existen entorno a la casa okupa, que lleva alrededor de cuatro meses, aún no se han presentado denuncias formales a las autoridades pertinentes. Sin embargo, los vecinos han utillzado sus redes sociales para hacer pública esta situación y esperar alguna respuesta de la municipalidad.
1 año ha pasado desde el incendio y todavía el recinto se encuentra bajo escombros.