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Valparaíso: una bomba de tiempo según expertos de la U. de Chile

Estudio reveló que la región es una de las más afectadas con los incendios forestales. Recomiendan ordenar el territorio, eliminar los microbasurales y educar a la población, ya que el cambio climático hará aumentar estos eventos.
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Marcela Guajardo Pérez

Entre los años 1985 y 2018, el 92% de los incendios que se registraron y el 89% de la superficie quemada en el país ocurrieron en las regiones de Valparaíso y la Araucanía.

Con los efectos del cambio climático ya siendo observados por el aumento de la temperatura y la sequía, la situación en nuestra región no tiene un futuro auspicioso de no tomarse las medidas necesarias.

Así lo reveló el estudio "Incendios Forestales: causas, impacto y resilencia", elaborado por el Centro de Clima y Resilencia de la Universidad de Chile.

"El cambio climático genera este ambiente que esos incendios que eran propensos a ocurrir, sean aún más ocurrentes porque se incrementan las condiciones de mayor sequedad, por la disminución de las precipitaciones. Por otra parte, están las problemáticas sobre el impacto humano que puede tener un incendio en la naturaleza y esto está directamente relacionado con el ordenamiento territorial y con la planificación que hacen las ciudades", explica Rodolfo Sapiains, investigador del centro.

Un grupo de profesionales trabajó en terreno en las zonas más afectadas para determinar las causas y el impacto que generan estos incendios forestales.

Riesgos

En el caso de Valparaíso, los expertos estuvieron con comunidades de Placeres Alto, donde existe una amplia zona forestal.

En este sentido, los investigadores descubrieron que para muchas de estas familias, experimentar un megaincendio donde pierden sus enseres o incluso a un familiar, se transforma en una experiencia traumática que para muchos es peor que un terremoto de gran magnitud.

Esto principalmente porque la mayoría de los porteños que viven en las alturas lo hacen junto a sus familias, por lo que no se pierde solamente una vivienda, sino que muchas veces desaparece toda la red de apoyo.

"Hay demasiadas personas habitando en lugares donde no deberían vivir y Valparaíso es uno de los casos más emblemáticos. Tienes el problema histórico que es la basura y si le sumas las condiciones climáticas como es el viento, el calor, la sequedad y otros factores importantes como el consumo de alcohol y drogas, se genera un ambiente muy difícil de controlar", dice Sapianins.

En relación a los altos riesgos de incendio, este aumenta cuando un área cubierta con vegetación se encuentra a menos de 1,5 o 1,7 kilómetros de distancia a ciudades o caminos. Cuando la proporción de bosque nativo es menor a un 50% en el paisaje, se observa una mayor ocurrencia de incendios. Sin embargo, a mayor cobertura de bosque nativo el riesgo disminuye.

El 88% de los incendios forestales son intencionales, pero Valparaíso tiene el problema extra que son los pirómanos, que para los profesionales, es uno de los aspectos que no se pueden controlar.

La temperatura es también uno de los puntos críticos, ya que se estima que dentro de los próximos años podría aumentar entre 0,7° y 1,3° celsius, junto con una reducción de entre 10% y 20% de las precipitaciones.

Política

El estudio destaca algunos esfuerzos de autoridades locales, como el municipio porteño que diseñó una estrategia en caso de emergencia, pero aseguran que además del cambio cultural de las personas con el tema de la basura, tiene que haber un esfuerzo mayor de las autoridades nacionales sobre esta materia.

"Tienes que tener una política donde los actores puedan ponerse de acuerdo en cómo se organiza la ciudad y cómo solucionamos el tema de la basura de una vez por todas. También tiene que haber un cambio cultural de las personas, que se tiene que transformar para poder disminuir los riesgos", explica el experto de la Universidad de Chile.

Una de las recomendaciones que entrega este informe es establecer un perímetro de seguridad en torno a las viviendas y áreas urbanas a través de un manejo y ordenamiento preventivo de la vegetación circundante. Además sugieren normar y limitar la expansión de viviendas y barrios a zonas rurales cubiertas de plantaciones forestales y bosques nativos.

El peligro del pinos y los eucaliptos

El estudio dice que el 70% de las plantas introducidas en Chile provienen de territorios donde los incendios forestales son muy frecuentes. Por eso se han adaptado y necesitan de la acción del fuego para cumplir su ciclo de vida. Es el caso del pino, cuyos conos liberan las semillas ante altas temperaturas, o el eucalipto que puede brotar aún con más fuerza luego de la acción de las llamas.

92% de los incendios en Chile desde 1985 a 2018 ocurrieron en Valparaíso y la Araucanía.