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Matías Orellana confesó sus temores e incertidumbres ante una nueva vida

El joven que perdió un ojo criticó a las autoridades y a la justicia y aseguró "tener fe" de que va a estar bien.
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Belén Velásquez N. - La Estrella de Valparaíso

Diez días han pasado desde que Matías Orellana recibió en su rostro el impacto de un objeto contundente -una bomba lacrimógena percutada por Carabineros, según testigos- que le provocó la pérdida de su ojo derecho. El hecho derivó en una investigación penal a cargo de la PDI y en una indagatoria interna en Carabineros.

Desde aquella madrugada del 1 de enero, el joven profesor de Educación Física -herido en el contexto de violentos incidentes ocurridos en la plaza Aníbal Pinto- se mantiene en el hospital Van Buren de Valparaíso, acompañado en todo momento de su padre, Juan Carlos, quien emocionado contempla el avance que ha tenido su hijo en cuanto a su recuperación.

Pese a ello, hay algo que no variará, pues Matías deberá acostumbrarse a "vivir el resto de mi vida sin un ojo". Esas circunstancias hoy hacen que este joven profesional caiga en la incertidumbre de cómo será afrontar una nueva vida. También desconfía de la justicia, critica a las autoridades, tiene miedo de llorar, de ser discapacitado en un país que -según él- no está preparado para aquello. Sin embargo, está agradecido del cariño que, dice, ha recibido y asegura tener fe de que "voy a estar bien", según contó él mismo a este Diario.

Buena energía

"Estoy súper contento del apoyo que he recibido de un montón de gente que he conocido a lo largo de mi vida en los lugares donde he tenido oportunidad de compartir. Toda esa gente se ha manifestado con un montón de energía y gracias a toda esa energía que he recibido es que estoy como estoy y no peor", comenzó confesando Matías en dependencias del hospital porteño.

En seguida sus críticas apuntaron hacia el sistema, a la contingencia y a cómo han operado las autoridades en distintos aspectos del estallido social.

"Creo que es súper delicado todo lo que está sucediendo, me siento súper desconfiado con la justicia, con las autoridades que han demostrado durante los últimos meses ser completamente incompetentes e indolentes con todo lo que ha ocurrido y tampoco han dado soluciones de ningún tipo, ya sea por los casos de violencia, de violación a los Derechos Humanos, de muertes y mucho menos a los temas políticos", afirmó el joven.

Agregó que "por otro lado, sí tengo fe que puede haber justicia, pero no creo que puedan encontrar a los responsables. Sabemos cómo funciona Carabineros y cómo funciona el sistema penal, que finalmente terminan blindando y no encontrando a los responsables".

¿Qué precio tiene un ojo? Se pregunta también Matías, quien ahora asegura tener miedo y angustia por un futuro en el que no sabe si podrá desempeñarse en lo que estudió.

"No sé qué precio tiene un ojo, pero yo voy a tener que vivir el resto de mi vida sin uno, voy a tener que aprender a caminar de nuevo. Ni siquiera sé si voy a poder volver a trabajar en lo que amo, soy profesor de Educación Física y eso es algo que me tiene súper preocupado y angustiado. No sé qué va a pasar de aquí en adelante con mi vida, con todo, porque esto cambia absolutamente todo lo que yo venía haciendo y tengo bastante miedo y angustia de qué pueda suceder en los próximos meses", se sinceró el joven.

Empezar a asimilar

Asimilar, asumir, aprender, darse cuenta. En esa etapa espera Matías entrar en un futuro próximo. "Afortunadamente, voy a tener dos meses para descansar, para procesar lo que me pasó porque no he tenido tiempo de hacerlo aún. No he podido llorar, tengo miedo de llorar por temor a que se me infecte el ojo, que pudiera pasarme algo y creo que lo que se me viene ahora es lo más difícil: empezar a asimilar, empezar a darme cuenta de las cosas que realmente no voy a poder volver a hacer y que me tiene súper angustiado", contó el profesor.

Él aseguró que "solía ser súper activo, deportista, muy de moverme para todos lados y eso es una realidad que ya no podrá volver a ser lo mismo, entonces quisiera que se me indemnizara como corresponde, ese es mi norte porque el ojo no me lo va a devolver nadie y las actividades que hacía tampoco".

En ese sentido, Matías sostuvo que "lo que me gustaría el día de mañana, cuando sea viejo, es no tener que vivir en situación de pobreza como le pasa a la mayoría de las personas que sufren de discapacidad en este país, que viven en la calle o en situaciones paupérrimas", criticó Orellana.

Pese a lo vivido, Matías confesó que "me siento súper agradecido por todas las muestras de cariño y lo vuelvo a repetir porque es tremendo, pero lo que se viene ahora más que nada es tiempo de descanso y reflexión y de volver a encontrarme conmigo mismo porque han sido días muy duros, muy fuertes...".

Optimismo

Sin embargo, el profesional aseguró que "tengo fe que voy a estar bien, que voy a reponerme, voy a buscar alternativas para seguir con la vida y poder trabajar, que es lo más importante para mí porque sin dinero no se puede vivir en esta sociedad, al menos en este país donde todo es caro, injusto, monopolizado, donde siguen siendo muy pocos los que siguen teniendo el poder, la toma de decisiones, que juegan con nosotros desde los consumos básicos, como el agua o la luz, hasta, no sé, los pañales".

Agregó que "estando acá (en el hospital) me di cuenta que hay un déficit tremendo de recursos, faltan profesionales, las instalaciones no son las mejores y es una pena, es una pena que se invierta dinero en cosas mucho menos importantes que en lo realmente importante", finalizó Matías Orellana.

Piden reconstrucción de escena

Familiares y amigos de Matías ayer interpusieron una querella contra quienes resulten responsables de su actual condición ante el Juzgado de Garantía de Valparaíso. Gianni Fenelli, abogado de la familia, explicó que en la acción judicial se solicita que declaren testigos y los integrantes de la policía uniformada que participaron en el operativo aquella noche. Además, el abogado persigue que se realicen peritajes particulares y una reconstitución de escena, la que sería ejecutada por la Brigada de Homicidios, encargada por la Fiscalía para investigar el caso. Además, los amigos de Matías se encuentran organizando distintos beneficios para ir en su ayuda.