Marzo salvó a los plastificadores del plan
Con más de veinte años en el oficio, estos trabajadores mejoras sus ingresos económicos cuando los escolares entran a clases.
Francisca Avsolomovich - La Estrella de Valparaíso
"Soy parte del patrimonio de esta ciudad", dijo riéndose Corina Durán, mujer playanchina que lleva más de 20 años trabajando como plastificadora en calle Esmeralda.
Más conocida por los transeúntes frecuentes como "la Negra", Corina, quien dijo tener más de 50, pero menos de 70 años, contó que marzo es la mejor época para su trabajo.
"Plastifico libros de colegios, libretas, cuadernos, muchos artículos escolares y a fines de mes vienen todos con el permiso de circulación", declaró Corina, quien siempre está de lunes a sábado, entre las 10.00 y 16.00 horas a un costado del Café del Poeta.
Con una voz firme, expresó que comenzó a dedicarse a este oficio cuando se separó de su pareja hace muchos años atrás y que, de este modo, podía seguir criando a su hijo por el horario flexible que tiene.
Hoy su hijo tiene 25 años, sin embargo, vive con su nieta que pasó a cuarto medio. Al respecto, señaló que, "cuando mi nieta comience a trabajar yo me retiraré y eso será como en cinco años más".
En relación a sus ingresos económicos declaró que hay días que gana $5.000 y "eso es todo", manifestó.
No tiene jubilación
En la misma calle, pero unos pasos más hacia Sotomayor, está el puesto de de Héctor Manzano, quien lleva 30 años trabajando en el barrio.
Héctor coincide con Corina y declara que marzo es el mejor mes para plastificar.
"Decían que marzo sería complicado, pero hasta ahora no ha pasado nada", declaró mientras no se depegaba de su trabajo.
Asimismo manifestóque es el plastificador más barato en Vaparaíso, ya que su precio máximo es de $800.
Mientras llegaban clientes a encargarle que plastificara libros de colegios, contó que él trabaja todos los días y durante todo el año desde las 10.00 hasta las 15.00 horas. Claro que antes del estallido social, trabajaba hasta más tarde, pero que desde el 18 de octubre, "ya nadie baja al centro después de las 15.00 horas".
Antes de dedicarse al rubro, Héctor fue garzón por varios años de manera eventual, sin embargo, por problemas en su dentadura, ya nadie quiso volver a contratarlo.
"Después de los 60 nadie te contrata, somos desechables", expresó. Más encima no está afiliado a ninguna AFP, por lo que no tiene muchas expectativas de recibir una jubilación.
El más antiguo
En Pedro Montt se encuentra el plastificador más antiguo de Valparaíso: Hernán Godoy, quien lleva 50 años ejerciendo el oficio.
Contó que empezó trabajando en calle Condell, pero que hace muchos años ya, se acomodó cerca de Parque Italia junto a "Lulita", su gata y compañera.
Además de dedicarse a la plastificación de libros, cuadernos y documentos, realiza otras actividades. "A veces salen pololitos por ahí, como pintar casas", comentó.
Tras el 18-O estuvo un mes sin trabajar, pues constantemente se veía afectado por la represión de Carabineros y el uso de gases lacrimógenos, no obstante, señaló que en marzo "la cosa mejora".
Hernán dice que no tiene intención de abandonar su trabajo. A los 70 años expresó que seguirá "hasta que me muera".
Pronto a extinguirse
Quienes se desempeñan como plastificadores deben pagar un permiso municipal de $22.000 mensual, indepediente del ingreso en sus bolsillos.
A pesar de que cada vez quedan menos personas dedicadas al oficio, el cual pareciera estar pronto a extinguirse.