ASÍ PASA LA CUARENTENA
En una cuarentena preventiva se encuentra don Elías Figueroa, quien a través de sus redes sociales, publicó una foto disfrutando del sol y de una buena lectura.
En una cuarentena preventiva se encuentra don Elías Figueroa, quien a través de sus redes sociales, publicó una foto disfrutando del sol y de una buena lectura.
Nicolás Arancibia Bórquez
Si existe alguien que tiene una licencia eterna para poder hablar de Santiago Wanderers, ese es Juan Olivares Marambio. El histórico golero, considerado por muchos hinchas como el máximo ídolo de la historia del Decano, hoy descansa en su casa ubicada en Santa Inés, preocupándose tanto del brote del COVID-19 como del presente del club de sus amores.
Juanito, hasta antes de la cuarentena, era un espectador infalible en el estadio Elías Figueroa para cada uno de los partidos de Wanderers. Por lo mismo, y basándose en su experiencia, el mundialista cree que el camino que debe adoptar la institución caturra no va por el lado de cambiar al entrenador, sino más bien por un mayor enfoque de los intérpretes que saltan a la cancha.
-Primero que todo, ¿cómo se está cuidando del brote del coronavirus?
-Llevo varios días encerrado acá en la casa, salimos solo a comprar las cositas necesarias y hacemos todo lo que se dice que hay que hacer. La idea es no salir de acá, lavarse bien las manos y hacer harto caso a todo lo que nos enseñan. Estamos tranquilos y ojalá que esto no pase a los mismos índices de gravedad que se están viviendo en otros lados.
-¿No se aburre sin estar entrenando o viendo fútbol por el televisor?
-No, por suerte tenemos hartas cosas que hacer acá en la casa, como ver películas, escuchar música, así que no queda otra que quedarse tranquilo. Aparte acá me entretengo harto con el regalón que tengo, que es mi bisnieto.
-Además, el último recuerdo en un estadio, al menos de un partido de Wanderers, no es de los mejores…
-Ojalá se arregle pronto la cosa. Para mí la clave es la concentración, hay que ayudarse en la cancha. Nos cuesta demasiado hacer un gol, y cuando lo hacemos tenemos que cuidarlo con dientes y muelas para seguir batallando e ir a buscar otro. Nos han pillado mal parados, nos empatan, nos desconcentramos y después nos hacen otro gol de diferencia, que es lo que ya ha pasado en partidos como el de O'Higgins, también ante la Universidad de Chile, y para qué le digo que pasó después en Serena, Audax y Palestino.
-Puedo inferir que no le gusta lo que ha estado viendo en la cancha.
-Es que yo creo que estamos favoreciendo al rival cuando nos ponemos a tocar la pelota atrás, de un lado para otro… no salimos nunca, entonces el equipo rival toma las marcas sin ningún problema. Somos tan repetitivos que molesta, cansa…
-¿Cree que un cambio en la dirección técnica ayudaría?
-Yo creo que ahí no está el problema. Pongamos como ejemplo esa desinteligencia que hubo entre Viana y el defensor Soto en el partido contra Palestino. Si la pelota va para el arco, ellos tienen que gritarse, pero cada uno se confió del otro y nos empataron el partido de manera terrible. Esas cosas no son culpa del técnico, por eso yo no creo que el tema vaya por ahí, yo sigo creyendo que Wanderers no tiene mal equipo, pero hay que dejar de dar tantas ventajas.
-¿Le gusta cómo está formado el equipo?
-Yo creo que hay jugadores que no han repetido lo que se terminó haciendo en el campeonato de ascenso, y ojo que la segunda división es brava, se juega con más marca, con más fuerza. El equipo se ha visto bien en varios partidos, pero con Palestino, todos pensaban que se iba a repetir todo lo lindo mostrado ante Audax y no fue así. No sé qué es lo que habrá pasado, pero no creo que el técnico les haya dicho que cometan errores en los últimos minutos. Yo estaba viendo el partido con un directivo en el estadio y le dije que no iba a ser nada de raro que el jugador Alarcón se fuese expulsado, porque estaba descontrolado y ansioso. No pasaron cinco minutos y se fue. Eso demuestra descontrol, él es importante para el equipo, no puede salir así.
La Estrella de Valparaíso