Remeros siguen preocupados por situación del Tranque la Luz
Basándose en la aguda sequía que afecta a nuestra región, es que Esval ha comenzado con trabajos de extracción de agua de la laguna de Curauma. Deportistas temen por futuro del que es su lugar para entrenar.
Corría el año 2016 cuando la empresa Esval informaba de la adquisición de cinco lotes de los terrenos del Tranque de la Luz de Curauma, esto con el fin de extraer parte de sus aguas en caso de que una sequía mayor afectara a la población de Placilla de Peñuelas. Pasaron los años y a principios de febrero comenzaron los trabajos de extracción del vital elementos del lugar, el problema es que los remeros que normalmente allí entrenan, han visto como el nivel del agua ha bajado notoriamente.
"Yo creo que estamos frente a un colapso sistémico de la dirigencia en remo, en todos los niveles, desde los clubes hasta lo más alto, en el comité olímpico, por cuanto los efectos de esta forma de actuar a través de los años, que no han sido pocos, la estamos sufriendo en estos momentos, en una situación que actualmente parecen permanentes e irreversibles", parte señalando Héctor Ferrada, presidente del Club Regatas Valparaíso, quien posteriormente añade que "cada uno de los órganos junto con su respectivo directorio o representante legal, de manera separada, han cometido errores gruesos, principalmente por omisión, pero también por realizar acciones que no han estado dirigidas al sentido de defender lo más relevante para la actividad, como es el agua".
Alejandro Pérez, subgerente zonal de Esval, defiende el actuar de la compañía, asegurando que "como hemos reiterado, estamos enfrentando una situación catastrófica respecto a la escasez hídrica. Llevamos más de una década de una aguda sequía, que en 2019 alcanzó niveles históricos con el mayor déficit de precipitaciones en medio siglo. Esto ha provocado que, por ejemplo, el lago Peñuelas, hace algunos años la principal fuente del gran Valparaíso, hoy se encuentre prácticamente seco".
El ejecutivo de la multinacional añade además que "proyectando este escenario, en 2016 adquirimos el tranque La Luz como una fuente complementaria para enfrentar la extrema sequía que nos afecta. Su uso, iniciado a fines de febrero, nos permite mantener el abastecimiento de agua para 15.000 hogares de Placilla y Curauma, para lo cual estamos utilizando la cantidad prevista y que hemos informado a la Federación de Remo, adoptando los resguardos para evitar el secado de este tranque".
Diferentes acciones
Más allá de lo que Esval puede señalar, los remeros hoy mantienen su preocupación, entendiendo que el Tranque La Luz no solo es nido de grandes deportistas a nivel nacional, sino que también está llamado a ser sede de los Juegos Panamericanos del 2024.
"En la situación actual, han salido otros actores que no son dirigentes, quienes de manera espontánea, han hecho reclamaciones que no han hecho los dirigentes, y eso hasta cierto punto, está bien, porque es parte de la vida que la gente se manifieste, pero es imposible prever qué va a suceder ni tampoco la intensidad de la reacción por parte de los mismos remeros", recalca Ferrada.
El club Regatas Valparaíso, sin embargo, no se quedará de brazos cruzados. Así al menos lo subraya su timonel, adelantando que "nosotros, desde el principio, planteamos estar en desacuerdo con la extracción del agua y fuimos muy castigados e incomprendidos por ese planteamiento. El resto de las organizaciones que participaron de esa tratativa, estaba por apoyar a Esval y obtener una retribución que incluye lo económico a cambio. Ahora, a la vuelta de la rueda, se ve más claro que eso fue un error grueso, grave. Además, como club, nosotros llegamos a acuerdos que van en un sentido de velar por la protección del agua, hay que defenderla, y eso significa que nosotros como persona jurídica, como órgano, vamos ejecutar una serie de acciones ante distintos órganos del Estado y particulares en el sentido de hacer causa común e informar.