Marcela Guajardo Pérez

Imagínese que tiene que ir a hacer un trámite o al supermercado. Se pone su mascarilla, sus guantes y sale de su casa. Se sube al transporte público, abre las puertas de los locales y hace lo mismo al volver a su hogar.

Cuando llega, con los guantes puestos, toma las llaves, abre la puerta de la casa y deja las bolsas, su mochila o su cartera. Se saca la mascarilla y al final, los guantes.

Le tengo una mala noticia: usted podría estar contagiado de coronavirus a pesar de todas estas medidas. "El gran riesgo de las mascarillas y de los guantes es que no hay un lavado de manos y los guantes igual se los lleva a la cara cuando están sucios. Te ajustas la mascarilla o los lentes y en cada una de esas pasadas puede haber riesgo de contagio. El riesgo está porque me confío en los artículos de protección", explica el doctor Marcos Huilcamán, infectólogo de la Clínica Ciudad del Mar.

¿Cómo lo hacemos entonces? Primero, permanecer en sus casa. Segundo, lavarse las manos de manera regular, al entrar a su vivienda o cada cierto tiempo, sin importar qué actividad esté haciendo.

Distanciamiento

El contacto es uno de los dos tipos de contagio del coronavirus; el segundo es por medio de las gotitas de la saliva.

"Cuando hablo o estornudo o toso puedo generar pequeñas gotitas que tiene un desplazamiento vertical, más o menos de un metro. Al momento de estar hablando con alguien cerca, efectivamente puedo inhalar estas gotitas e infectarme. El gran problema son las aglomeraciones, cuando tomas distancias de menos de un metro. Justo alguien que puede estar contagiado tose o habla y ahí se puede provocar el contagio, pero si las distancias son muy grandes, no va a pasar nada", afirma el médico.

Por eso que el distanciamiento social es tan importante para evitar una gran cantidad de contagios. "Es lo único que está demostrado que puede bajar la curva: evitar las aglomeraciones, es lo más importante", insiste el doctor Huilcamán.

Los países más afectados con la pandemia, Italia o España, tienen una cultura de cercanía entre familiares y amigos. Las personas no le tomaron el peso a la enfermedad y hasta ayer llevaban más de 14 mil fallecidos.

El panorama es distintos en países donde la cultura es de más distanciamiento como Alemania y Reino Unido, aunque en el caso de este último, tampoco hicieron mucho caso a las medidas restrictivas y ahora su sistema de salud está colapsando por la cantidad de contagiados.

Estos ejemplos muestran la importancia de guardar la cuarentena cuando corresponde y no exponerse de manera innecesaria. Salir a hacer las compras una vez a la semana y que haya una sola persona de la familia que vaya a hacerlo.

Para el médico, si Chile ha logrado aplanar la curva, ha sido en parte por iniciativa de las propias personas. "Las medidas fueron tomadas desde la gente, no fueron tomadas desde el gobierno, la gente se escondió. Pero es verdad también que te cansas de estar escondido, no poder hacer tu vida normal. Es difícil mantener una cuarentena por un largo tiempo. Claro, que si te dicen que te van a mantener el sueldo, o pagar los servicios básicos, es posible, pero no ocurre acá. Hay mucha gente que trabaja de manera independiente", reconoce el infectólogo.

Dentro de esta semana y la próxima, quienes no sigan estas medidas y se contagien con COVID-19 podrían sufrir de la saturación de la red de salud, ya que la capacidad de los ventiladores regionales está llegando a su límite.

Por eso es clave no arriesgarse y mantenerse en los hogares a menos que sea estrictamente necesario.