Tradicional "Tienda Panini" baja la cortina tras sufrir millonario robo
Sumando el estallido social y la crisis de la pandemia, ya venían muy mal en términos de ventas, y este fue el tiro de gracia. Se llevaron hasta al gato.
Un duro golpe se llevó la dueña de una de las tiendas de más trayectoria en Valparaíso, al verse a obligada a cerrar su por culpa de la delincuencia.
Paula Castro lleva 20 años manejando la Tienda Panini, exSalo. Vendía álbumes con sus respectivas láminas, figuras coleccionables, juegos de mesa, mazos de cartas de estrategia, modelos a escala, y un sinnúmero de productos de esa línea.
Cuenta que hace más de dos semanas que tenía la tienda de calle Victoria cerrada producto del COVID-19.
Todos los días iba al local a revisar como estaba todo. Además, alimentaba su gata "Monita". Explica que el felino vivió toda su vida en la tienda, y nunca se acostumbró a la casa de Paula, así que se terminó quedando ahí.
En su última visita descubrió que le habían robado todo. Ni siquiera encontró rastros de su querida mascota.
"Esto fue de lunes para martes. Ayer llegué a la tienda , desactivé la alarma, pero no estaba funcionando, habían cortado los cables. Habían hecho un hoyo gigante en la muralla, y se robaron una cantidad de mercadería que no te explico", relata con pena.
Comenta que se llevaron prácticamente todo, dice que ni siquiera puede avaluar la pérdida, por lo reciente del hecho, pero es una pérdida millonaria, pues las figuras que vendía son las originales, ediciones de lujo de Marvel, DC Cómics, Star Wars, Disney y otras franquicias.
"Yo no vendía juguetes de $1.000, no son cosas baratas", aclara la mujer de 49 años.
Crisis
Paula explica que desde que comenzaron los saqueos el año pasado, invirtió para cercar la tienda cuanto pudo. Rejas, protecciones y alarmas, pero los delincuentes entraron por el techo y salieron por allí mismo.
Cuenta que desde octubre a la fecha, la actividad económica ya venía mal, con pocas ventas. Tuvo que cerrar en marzo, estaba planeado como un cierre temporal. Antes de eso, solo estaba trabajando con su hijo, y había llegado a un acuerdo con su arrendatario, pero este robo parece una tragedia irremontable, que aun no resuelven si es posible superar.
"Lo hemos nombrado como un 'hasta pronto', pero no sabemos cómo volver. Yo solo me he dedicado a esto, no he trabajado en otra cosa. No sabría como trabajar en una oficina", confiesa con la voz temblorosa.