Fue el día en que la autoridad sanitaria ordenó el cierre de estos negocios, permitiendo solamente la entrega a domicilio o el retiro en el local.
Para emprendimientos como Buenaventura, un local de venta de pizzas y sandwiches de Peñablanca, fue un balde de agua fría.
Recién cumplen dos años y en noviembre pasado abrieron un segundo local en Limache, en medio del estallido social. "Ahora trabajamos con la puerta cerrada y la gente viene a buscar. Pedidos Ya (la aplicación de despacho a domicilio) es también un apoyo, salen más pedidos pero el costo de la aplicación es muy alto ya que te cobran un 25% de la venta. Sirve para mantenerse pero no para ganar plata", dice Matías González, dueño de este emprendimiento.
Algo parecido le ocurre a Ñam, restaurante del centro de la comuna que lleva seis años funcionando. Su dueña, Karen Olivos, también inauguró hace algunos meses un segundo restaurante, pero tuvo que cerrarlo, ya que no pudo llegar a un acuerdo con el propietario del local para rebajar el arriendo.
"Ahora estamos funcionando en el primer restaurante con retiro y el delivery del Pedidos Ya. Como tenía Junaeb me iba muy bien, pero ahora vendo poco. Mi mayor preocupación es cómo pagar las imposiciones de mis trabajadores, porque me acogí a la Ley de Protección del Empleo y los mantuve a todos", afirma la dueña del restaurante.
Ante este panorama, no queda más que aplicar creatividad y seguir trabajando.
En Buenaventura dicen que siempre han mantenido los mismos precios y se diferencian en el servicio. "Algunos locales pueden entregar en una hora, nosotros nos aseguramos de que sea menos tiempo", afirma Matías. Esto ha permitido que mantengan una clientela fiel y ahora se están apoyando en las redes sociales (en Instagram como @buenaventura_va) para dar a conocer promociones y atraer a más personas.
Karen Olivos ya está trabajando en un nuevo emprendimiento para solventar su negocio. "Como tengo un restaurante, puedo adquirir algunos alimentos a menor precio, entonces voy a empezar a entregar a domicilio tomates, paltas, limones, churrascos y pollo, porque mi pareja tiene una empresa distribuidora de carnes", dice ella. Pueden encontrar su restaurante en la aplicación Pedidos Ya o en Instagram con la cuenta @namrestaurante2.
Barrio
Pero otros negocios han aprovechado el reparto domicilio más para hacer una labor social que generar más ingresos.
"Don Carlos" es una carnicería, botillería y minimarket que lleva más de 40 años en el sector sur de Villa Alemana y si bien sus ventas han aumentado un 30% producto de la cuarentena voluntaria, han adoptado el delivery como una alternativa para llegar a quienes más lo necesitan.
"Hace seis meses nos iniciamos en el delivery, pero como es negocio de barrio, era un poco complicado, Ahora con la contingencia lo retomamos. Nos enfocamos en el adulto mayor y las personas con problemas de movilidad. Nuestra estrategia publicitaria también está dirigida a lugares en las parcelas o donde no hay supermercado. Entregamos en Peñablanca, El Carmen y las poblaciones nuevas que son público de clase media alta. Ellos compran canastas de 30 mil a 40 mil pesos, pero los viejitos nos compran 10 mil, que es para la semana y a veces lo hacen simplemente para poder conversar con uno", confiesa Aníbal González, dueño del local.
Adelantaron la apertura de un segundo local para evitar aglomeraciones y los repartos se hacen con productos desde los mil pesos. Los datos de contacto se pueden encontrar en su página web www.doncarlospeumo.cl y también a través de Pedidos Ya.
El 20 de marzo fue una fecha fatal para miles de emprendimientos pequeños de comida, restaurantes y otros locales de venta de alimentos.