Expertos explican por qué el virus altera el gusto y el olfato
También se refieren a la inflamación, otro de los síntomas del COVID-19.
Cuando la pandemia recién llegó a Chile, el Gobierno y las autoridades de salud recalcaron que los síntomas del virus eran fiebre, cansancio, tos seca, congestión nasal, dolor de garganta y diarrea. Sin embargo, con el correr de las semanas, se observaron ciertas evidencias que siguen siendo investigadas por expertos.
Una de ellas es la alteración aguda del olfato (anosmia) y del gusto (ageusia), que a partir del lunes 27 de abril, fue incorporada por el ministerio de Salud (Minsal) en los nuevos criterios para definir los casos sospechosos por coronavirus.
Jan Karlsruher, otorrinolaringólogo y académico de la Facultad de Medicina de la Universidad Andrés Bello (UNAB), explica que en otro tipo de infección respiratoria, como la influenza, también se presentan estos síntomas por la inflamación que se produce en las fosas nasales, pero en el caso del COVID-19 es diferente. "Se ha visto que existe otro mecanismo, porque existe disminución del olfato y del gusto en pacientes que no tienen congestión nasal. En el epitelio respiratorio, en general, para que entre el virus hacia la célula y produzca daño, tienen que manifestar ciertas moléculas en su superficie", explica.
De acuerdo al médico, se trata de los genes AC2 y TMPRSS2 que se expresan en las células de diferentes órganos, como el revestimiento interior de la nariz.
Otras evidencias
En una investigación realizada por científicos franceses, británicos y holandeses y que fue publicada en la revista médica "Nature Medicine", se detalló que las células que producen el moco son las que tienen el nivel "más alto" de estos genes y que por ello, podrían ser "la ruta de infección inicial más probable para el virus".
Tomás Lagomarsino, académico de Salud Pública de la carrera Terapia Ocupacional en la Universidad de Playa Ancha (UPLA), agrega que estos síntomas "tienen un correlato epidemiológico lo suficientemente fuerte" para ser considerados como síntomas del coronavirus. "Hay que tomar en consideración que siempre que una enfermedad está muy distribuida en la población, las formas de presentación minoritarias se vuelven muy significativas, porque si un síntoma o una forma de afectación de una enfermedad afecta al 1% de los pacientes, el 1% de los pacientes en esta pandemia es mucha gente", consigna.
En este contexto, otra de las evidencias que se han observado, es que el sistema inmune de la población no riesgosa, es decir, niños y jóvenes, reacciona tan exageradamente, que provoca inflamaciones en sus pulmones u otras partes del cuerpo.
Al respecto, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom, advirtió que los jóvenes no son inmunes al virus, pese a que la mayoría de ellos pasarán la enfermedad sin síntomas o con molestias leves. "Este virus podría llevarlos al hospital durante semanas o matarlos", dijo tajante.
Alexa Puchi, académica de la Facultad de Medicina de la UNAB, sostiene que la inflamación "la montamos todas las personas que tenemos nuestras defensas frente a una enfermedad infecciosa". En el caso del virus, explica que el cuerpo se defiende con una "respuesta inflamatoria" que posteriormente produce sintomatología. "Cuando la inflamación es descontrolada, la respuesta hace la sintomatología muy severa, muy agresiva, y muchas veces son los pacientes que evolucionan mal, críticamente y que requieren una unidad de paciente crítico", detalla.
Lesiones en la piel
La académica destaca que la inflamación más característica es la de la vía respiratoria que produce tos seca o dolor de garganta, pero que también pueden haber lesiones en la piel. "Es menos frecuente, pero descrito particularmente en el grupo de edad de jóvenes y niños, son unas lesiones a nivel de piel que se han visto como de color violáceas (...) Nosotros podríamos pensar que es una inflamación de los vasos sanguíneos que se llama vasculitis y que se ve como estas manchas moradas alrededor de las uñas de los pies, en los dedos de los pies o en las plantas de los pies", dice.
De todas maneras, la especialista recalca que estos casos críticos son poco frecuentes. "En los niños es muy raro de ver. Se describe que de los niños enfermos, menos del 0,1% va a evolucionar de manera crítica", cerró.