Las traiciones que sepultaron al "parce", el sicario de Concón
Al ver el impacto del crimen y que estaba acorralado por la PDI, su círculo cercano le dio la espalda y colaboró para que fuera aprehendido.
En Colombia un "parcero" es un amigo de confianza, a quien se le tiene estima y se lo valora. Y "parce" es su diminutivo, un compinche aún más cercano.
Pero nada de amigable resultó ser el cafetero Víctor Gutiérrez Londoño, 35 años, quien en 2015 se aventuró a ingresar ilegalmente a Chile -por pasos no habilitados- a buscar una mejor calidad de vida... o sencillamente para escapar de un oscuro pasado en su tierra, situación que ahora se indaga con las autoridades judiciales de ese país.
Lo cierto es que tras un fallido intento por regularizar su situación legal -en primera instancia su visa fue rechazada- luego obtuvo una visa temporaria y se radicó en la región de Valparaíso, específicamente en Quilpué. En esta comuna se ganó la vida fundamentalmente en el rubro de la construcción, como obrero, pero también acá evidenció su carácter frío y agresivo, y tuvo sus primeras idas y venidas con la justicia nacional.
A sangre fría
Detenciones por homicidio frustrado, lesiones y violencia intrafamiliar figuran en su "curriculum". Este deambular con el mundo del hampa se estima lo llevó a tomar contacto con uno o más desconocidos que lo contrataron para quitarle la vida al empresario Alejandro Correa. Se hizo de un revólver .38, con encargo por hurto en 2015 en Valparaíso, y contrató al chofer de un colectivo para que lo trasladara hasta el domicilio del ingeniero Correa en Bosques de Montemar.
Se piensa que visitó la casa días antes del crimen, acto premeditado que será pesquisado con el peritaje a las cámaras de seguridad del barrio.
Según la formalización de la Fiscalía, a primera hora de la mañana del pasado lunes el colombiano fingió ser un trabajador y contactó en su residencia al ingeniero, que se negó a atenderlo. Pero el "parce" se resistió a perder el dinero del contrato, por lo que se mantuvo vigilante y regresó una hora y media después para sorprender al empresario en la puerta exterior del inmueble, cuando estaba en compañía de un amigo.
Lo delataron
Allí le asestó tiros mortales mientras el testigo de milagro salvó ileso a los disparos. El colombiano huyó con el colectivero que había contratado. El análisis de cámaras y otras eficientes diligencias de la BH porteña, lograron dar con este sujeto que entregó datos sobre la identidad de su "patrón".
Luego las pesquisas apuntaron a que el sospechoso estaba en compañía de una mujer con la que tenía un vínculo sentimental, domiciliada en Quilpué. Ella, para no verse implicada en un lío judicial, colaboró y entregó luces de su paradero. Las diligencias fueron hacia la vivienda de otro cercano al prófugo en la misma comuna. El propietario de este inmueble autorizó el ingreso de la PDI y se produjo el arresto, donde en vano el "parce" forcejeó con los detectives para tratar de huir.
Ahora el trabajo de la PDI se aboca, con la evidencia ya recopilada, y otras diligencias que están en curso, a identificar la o las personas que le encomendaron al extranjero que cometiera el asesinato. El se muestra renuente a cooperar y delatarlos, y los detectives tienen la misión de desentrañar esta intrincada trama.
Tres meses de investigación
Por los delitos consumados de homicidio calificado, porte y tenencia ilegal de arma de fuego, receptación de arma de fuego y el delito de homicidio simple en grado frustrado, fue formalizado el jueves Víctor Gutiérrez Londoño. El tribunal de garantía, en orden a los antecedentes aportados por el Ministerio Público, lo consideró un peligro para la sociedad y determinó su prisión preventiva por los 90 días de la investigación, plazo que debiera ampliarse por las diligencias que restan en este caso.