Coleccionista de Everton enseña sus tesoros
Más de 320 camisetas distintas , unos 40 banderines y otras joyitas en Oro y Cielo posee el fanático hincha ruletero, Miguel Arellano.
Tiene 47 años de edad y hoy por hoy, es uno de los hinchas más reconocidos de Everton de Viña del Mar, tanto por su fanatismo -sigue al equipo donde juegue- como por su colección de camisetas, banderines y diversos artículos relacionados con el elenco Oro y Cielo.
Se trata de Miguel Arellano Araya, un fiel seguidor de Everton que por esas cosas de la vida y del destino... nació y vive hace 20 años en Valparaíso (rodeado de hinchas de Wanderers, el archirrival deportivo de los viñamarinos), pero, argumenta, "yo vivo en el Cerro Alegre, que es donde se fundó el club", asegurando primero que en el Puerto hay más evertonianos que lo que la gente piensa, poniéndose como objetivo próximo, dar con la dirección y el lugar exacto en donde David Foxley fundó al Everton hace ya 110 años, el 24 de junio de 1909.
Como seguidor de Everton, este entusiasta profesor de Educación Física (que hoy se ha reinventado con una pyme) no solo se ha quedado con seguir cada siete días al club de sus amores, sino que también ha participado como el socio N° 2.241 de la antigua Corporación de Deportes Everton (se incorporó en 1982), director y pro secretario de la antigua barra "Los Ruleteros", ex integrante de ADAE (Agrupación de Acción Evertoniana (ADAE), representante de tribuna Andes en los diálogos institucionales que promueve el club (votado por la gente), integrante de la "Bandita del Tío Pepe" y encargado de las redes sociales y socio activo de la Agrupación de Ex Jugadores de Everton.
Amó los colores
Si bien se autodefine como un evertoniano de toda la vida, sus primeros acercamientos al club viñamarino no tuvieron una ligazón familiar, como suele ocurrir.
"En realidad, ni yo lo tengo muy claro porque en mi casa vivíamos con un tío, mi mamá, mi abuela, mi hermana y eran colocolinos. No obstante un día comencé a transmitir con el Everton y quería que me llevaran al estadio, así que partimos en familia a ver al Everton. Yo debo haber tenido unos 7 u 8 años y lo que más me llamó la atención fueron los colores de Everton. Mi primer partido fue un Everton con Cobreloa el año '79 u '80... por ahí debe haber sido", señala Orellana, quien reconoce que jamás pensó en convertirse en un fanático y coleccionista Oro y Cielo.
"Ni yo lo pensé, pero recuerdo que en partidos cerca como en La Calera o San Felipe, yo les pedía viajar a verlos e íbamos junto a mi mamá y mi abuelita. Luego de eso vino lo de las camisetas y la primera la tuve en 1996 que me la dieron para un cumpleaños... una Uhlsport, que todavía la tengo. Y como fui siempre fanático me compré algunas, me regalaban otras y me conseguía también con algunos jugadores".
-¿Y cuántas camisetas tiene hoy de Everton?
-Al ojo, porque no las he contado... unas 320 distintas con unos 200 modelos diferentes. Ahora, que me sienta coleccionista como tal... hace unos 4 ó 5 años, ya que en realidad todo lo que tenga relación con Everton me interesa, inclusive el Everton de Inglaterra.
-Banderines, por ejemplo, ¿cuántos tiene?
-Debo tener unos 40, siendo el más antiguo uno de los años 40, que no trae estrellas y que fue pintado a mano.
-¿Y cómo se consigue tal material, que suponemos, no es fácil?
-Lo que pasa es que en estos últimos años, como que me he hecho un nombre por coleccionar cosas de Everton; también pertenecí a una agrupación de coleccionistas y ahora estoy en otra agrupación de este tipo que se llama 'Fútbol de Colección', en donde hay una muy buena relación y convivencia entre toda la gente.
-Lo hemos visto en ferias y muestras de coleccionistas futboleros en Santiago y Viña del Mar. ¿Le han querido comprar sus tesoros?
-He ido a un par de muestras, pero eso no se transa... no se vende. Ahora, el lema es joya por joya y ahí se podría intercambiar algo, ya que si bien tengo las camisetas de colección, también tengo un stock para cambiar, dar en parte de pago o vender para recuperar lo que uno invierte, que no es poco.
-¿Cómo se guardan tantas camisetas y qué dice su familia ante tanto fanatismo?
-Me compré unas cajas transparentes y unas bolsas a las que les puedes sacar el aire a presión y quedan más ordenadas. Tengo una bodega llena de camisetas y otras que también guardo en mi oficina. Y el apoyo de mi familia, mi señora y mi hijo, también ha sido fundamental para seguir con esta locura, ya que todas las cosas de mayor valor llegan aquí a mi casa. Yo se las muestro, se entusiasman, les tomamos fotos para poder exhibirlas y luego se guardan".
Lo más preciado
"Hace poco me conseguí unos diplomas que le entregó Everton a Rogelio Lazcano, que fue campeón en 1950 y 1952 y este diploma es por su primer título. Y esto me lo conseguí a través de un amigo que vende banderines y artículos deportivos, que es de Valparaíso, me llama un día y me dice que tiene algunas cosas del Everton. Entonces fui y tenía un banderín pintado a mano de René Meléndez y también estos diplomas que entregó Everton junto a otros de la Municipalidad de Viña del Mar. Es una pieza invaluable, ya que es un cartón que tiene 70 años y tu lo miras... y se quiebra. Y además me gusta mucho la camiseta más antigua que tengo con la publicidad de 'Pollón de Oro' en 1980. Esa la usaba Domingo Sorace, con el número 2. Y más antiguo que eso tengo un acta de reuniones de 1930", relata el coleccionista Arellano.
320 camisetas distintas de Everton o más tiene Arellano en su colección.
Manjel Gómez Poblete
manuel.gomez@estrellavalpo.cl